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Para el efecto, la UIT aportó US$ 80.000 y la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) US$ 300.000. Además de Paraguay, estas charlas las realiza en otros siete países de América Latina.
“Estamos viendo cómo transitar de una manera ordenada, bajo unos procedimientos que elaboró la UIT, que llamamos hoja de ruta, que las directrices, para implementar el sistema, porque la transición de lo analógico al digital conlleva muchos factores. No es una decisión que se pueda tomar ni desde el punto de vista técnico solamente ni desde el punto de vista regulatorio o de mercado. Necesita acompañarse de todas esas perspectivas”, dijo.
Explicó que las directrices se deben adecuar a la realidad de cada país, porque el mercado de la TV y la actitud de los espectadores es distinto en todos lados.
“La elección de la norma es una parte muy pequeñita. Están las expectativas del telespectador paraguayo, decirles por qué la televisión digital va a ser aceptada, qué va a aportar la televisión digital, más calidad, más número de canales, mejor sonido, servicios adicionales, más funcionalidad”.
“En función de esas expectativas se definen unas fases de transición, que comprenden la elección de la norma (que ya se hizo en Paraguay), del tipo de red, despliegue de la red, una estrategia coordinada de apagado de las televisiones analógicas, previamente una estrategia de transmisión en ambos sistemas analógico - digital para que los hogares que tienen aparatos analógicos lo reciban así como las casas equipadas con el sistema digital, y una fase de informar al televidente y coordinar con las fabricantes de equipos de transmisión y recepción”, explicó.
El Gobierno nacional optó en 2010 por el sistema japonés-brasileño ISDB-T (Integrated Services Digital Broadcasting Terrestrial). El apagón analógico está programado para el 2024.