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A cuatro semanas del siniestro en la subestación de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) en San Lorenzo, el consultor Dr. Guillermo J. Román Moguel, con amplia experiencia profesional en el manejo y destrucción de bifenilos policlorados, aseguró ayer que la situación de crisis está contenida.
El experto, que fue contratado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), coincidió con el informe preliminar de su colega del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Bjorn Bjorkman, respecto a que las acciones que llevó adelante el equipo interinstitucional fueron las adecuadas.
“Pienso que la situación en el predio de ANDE ya está contenida como debe ser; tal vez se pueda agregar algo más a los diques de arena para la contención de los residuos contaminados y evitar el escurrimiento hacia otras zonas, pero más allá de eso, en lo que se tiene que trabajar es en la eliminación total de los transformadores que pudieran contener PCB”, señaló.
Explicó que en eso se basará su asesoramiento, ya que la alternativa, luego de la rápida y efectiva contención de los residuos contaminados es el almacenamiento temporal de los transformadores, para luego llevarlos hasta el lugar donde se realizará la eliminación, por procesos químicos o por incineración.
Se informó que la ANDE adquirirá, por vía de la excepción, un total de 50 contenedores marítimos para depósito de transformadores y residuos, conforme a las recomendaciones del equipo de expertos medioambientales del BID. La compra se hizo de la firma Multitainer SA, y los primeros cinco contenedores costaron un total de G. 102.500.000.
El número de afectados por el incendio en la subestación de la ANDE de Laurelty, San Lorenzo, sigue aumentando y ahora trepó a 238 personas. Jorge Brítez, jefe de Gabinete del Ministerio de Salud Pública, detalló que a 21 días del siniestro realizaron 8.370 encuestas, visitaron 395 predios aledaños y contabilizaron 238 casos de posible intoxicación.
Los casos sospechosos son de personas que estuvieron expuestas directamente al siniestro o que viven en un radio de 1.000 metros y presentan efectos respiratorios y en la piel.