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Aprovechando la ventaja arancelaria entre Perú y Paraguay que existe desde febrero del 2016, establecida en el Convenio de Complementación N° 58 y por el cual el 85% de los productos peruanos y paraguayos pueden ser comercializados sin arancel, la empresa Carpio’s Import SA está trayendo sal marina del Perú.
“Vimos la posibilidad de traer sal marina sumamente sana y cuyas características son medicinales y nutricionales. Hicimos un esfuerzo durante casi tres años para conseguir la representación de la empresa Quimpac SA”, comentó José Manuel Carpio Medina, gerente comercial de importaciones de Carpio’s Import SA.
Destacó que se trata de una de las dos empresas más grandes del mundo que exportan sal, ya que produce de 300 a 400 toneladas de sal por día.
Al Paraguay llegaron los primeros 16 contenedores de 26 toneladas cada uno, lo que totalizan 416 toneladas.
El objetivo es ir creciendo en volumen de importación, lo que dependerá de la aceptación en el mercado local. Todavía las bolsas de sal marina se encuentran en los depósitos de Terport (Terminales Portuarias SA) hasta que las fraccionadoras con las que trabaja la importadora consigan los permisos necesarios del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN).
Carpio Medina estimó que en 15 a 30 días más este producto estaría llegando a los consumidores a un precio 50% menor que el que se consigue actualmente.
“La idea no es hacerse rico con este producto, sino manejar volúmenes para que la ingesta sea real y para que no solo llegue a los restaurantes, empresas de catering, sino también a las casas de familia”, manifestó el gerente.
Por su parte, Víctor Hugo Carpio Medina, director propietario de la importadora, comentó que esta sal, al salar más que la sal común, se utiliza en menor cantidad para cada preparación.
Asimismo, indicó que su precio podría rondar los G. 30.000 el kilo, frente a los G. 64.000 el kilo a los que se consigue actualmente en algunos supermercados.
Más adelante esta empresa también pretende incursionar con importación de sal mineralizada para consumo de ganado, atendiendo la cantidad del cabezas bovinas que existen en el país.