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En la tarde del miércoles último, el río Pilcomayo comenzó a ingresar en el fortín General Díaz.
La llegada de las aguas se convirtió en una novedad para sus pobladores, luego de tres años de ausencia.
Mejor que nadie, aquellos que habitan en el valle de inundación del Pilcomayo saben que el ingreso de las aguas no fue mérito del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
El viernes pasado, el ministro Ramón Jiménez Gaona llegó a Gral. Díaz para observar las aguas.
Mirar al Pilcomayo en Gral. Díaz es particularmente agradable, significa que logró recorrer casi 400 kilómetros desde la embocadura del canal paraguayo para inundar los esterales del fortín.
La llegada del Pilcomayo a Gral. Díaz no tiene por qué ser noticia; al contrario, debería ser algo absolutamente común.
El problema es que la ineficiencia del MOPC tuvo como resultado una sequía de tres años en la región; en estas condiciones, el ingreso del río es toda una novedad.
Limpieza en la embocadura
El ministro Ramón Jiménez Gaona mantuvo al Pilcomayo en un abandono inexplicable.
A lo largo de tres años consecutivos no fue capaz de liderar el objetivo de recuperar las aguas del río.
No hubo una licitación que se hubiera realizado en tiempo y forma. Ni siquiera una. Nada en tres años que pudiera reflejar interés por la suerte del Pilcomayo.
Y apenas entra un poco de agua, Ramón Jiménez Gaona aparece en Gral. Díaz para disfrutar de una imagen fantástica: el Pilcomayo ingresando en los esterales donde nacen otros ríos como el Montelindo, el Verde, el Confuso y el Negro.
El año pasado ya fue el colmo: los trabajos de limpieza del Pilcomayo comenzaron en los primeros días de diciembre, justo cuando también se inicia la temporada de lluvias.
No se trabajó nada en la limpieza de los canales. No hubo tiempo siquiera para montar los campamentos. Ni siquiera la licencia ambiental estaba lista para dar inicio a los trabajos en los alrededores de Gral. Díaz.
Una solitaria draga llegó a la embocadura y de inmediato inició su trabajo; al llegar la crecida, el equipo estaba trabajando y gracias a ello el agua ingresó a nuestro territorio.
Las intensas lluvias en Bolivia convirtieron al Pilcomayo en un torrente y las aguas ingresan con fuerza tanto en Argentina como en Paraguay.
Si las aguas llegaron hasta Gral. Díaz estando la cañada La Madrid colmatada, quiere decir que el declive del terreno es favorable al Paraguay, de lo contrario el río no habría avanzado 400 kilómetros hasta el fortín.
Recuperar el Pilcomayo requiere voluntad técnica y política, virtudes que no demostró el MOPC.
Desde Bolivia confirman que el río volvió a subir y se espera una nueva riada en cuestión de horas.
La Secretaría de Emergencia Nacional confirmó que tiene listo un plan de contingencia para una eventual intervención.
roque@abc.com.py