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El profesional hizo la acotación tras la fuga del químico de una planta de tratamiento de agua de la Junta de Saneamiento de Carmen del Paraná, distrito de Itapúa. A consecuencia hubo un muerto y varios intoxicados.
El médico detalló que el cloro en sí es un poderoso oxidante, irritante de ojo, nariz, garganta, boca. Produce una gran bronco constricción, dificultándose de esta manera la respiración y pudiendo llegar a un edema agudo de pulmón, que amenaza la vida del paciente que debe ser asistido de inmediato.
“Cuando existe una fuga masiva, su inhalación puede ser mortal, ya que se liberan factores broncoconstrictores que dificultan la respiración. Además la misma es muy difícil de tratar, cuando más repentinamente se produce. Lo primero que ocasiona es una insuficiencia respiratoria, un edema del pulmón y pérdida de visión. Aparece hemoptisis de las vías respiratorias, náuseas, vómitos, ulceraciones en boca, garganta y esófago”, refirió.