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Siguen saltando los casos de subsidios amañados en el programa de los Bonos Soberanos ejecutado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Yessica Angélica Brendler, de Nueva Alborada (Itapúa), y Evelin Quintero Gamarra, de la compañía Mbatoví de Paraguarí, son dos estudiantes de enfermería beneficiadas con equipamientos agrícolas. Sin embargo, no se dedican al rubro. La primera vive en Encarnación, pero tenía intenciones de dedicarse al agro, según dijo a nuestro diario, su padre Ernesto Brendler, quien es el que explota el sistema de riego dado a nombre de su hija.
En el caso de Evelin, ella fue beneficiada con un pozo artesiano. Su madre, Sonia Gamarra, confirmó que su hija no cultiva, pero utilizaron su nombre pues su padre, Tomás González, ya figuraba como beneficiario del Proyecto de Desarrollo Rural Sostenible (Proders).
Si bien ambas jóvenes son de origen humilde, no se dedican a la agricultura, por lo que llama la atención que figuren como tales en la lista de beneficiarios que nos entregó el MAG, vía Ley de Transparencia. Al parecer los controles no fueron muy rigurosos.
Así como ocurre ahora con Yessica y Evelin, ya había saltado otro caso similar, el de la joven Yanina Pamela Krhon, hija de Carlos Krhon y Lilian Martínez (exintendentes de Natalio) y que nada tiene que ver con cultivos, pero le dieron herramientas. Su madre había argumentado que si bien fue un error usar el nombre de su hija, lo hicieron con un fin altruista: usar lo conseguido en un programa de capacitación para agricultores de la zona.
Una miss, políticos y operadores del exministro Juan Carlos Baruja, comerciantes, saltaron también hasta ahora como agricultores “mau”.
rossana.escobar@abc.com.py