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Con una caradurez que nos recuerda a su predecesor en el cargo, el liberal Sergio Escobar Amarilla, el titular de la petrolera estatal del “nuevo rumbo” también endilga a la prensa sus múltiples problemas.
Dijo que está convencido de los “logros” en la entidad, de “que está cumpliendo con su misión a pesar de la elevada cotización del precio del gasoíl, del tipo de cambio, del costo del flete y a pesar de campañas mediáticas, alimentadas desde adentro y fuera de la empresa”.
A cualquiera le queda claro que la prensa no es la responsable de haber endeudado al país por más de US$ 300 millones, que hasta ahora se encuentran impagos y sin una solución a la vista, tampoco de los groseros hechos de corrupción que a diario denunciamos en este diario. La prensa solo está al servicio de la ciudadanía a quienes ellos justamente están obligados a rendir cuentas.
Fleming Raúl Duarte Ramos, a través de un comunicado dirigido a los funcionarios del ente estatal dijo que son “irresponsables” los que concluyen que Petropar es una “empresa en quiebra”, argumentando que una compañía en bancarrota no puede cumplir con su obligación de proveer combustible a la población, distribuyendo el combustible por debajo de su costo de reposición y pagando sus impuestos, en el caso de que efectivamente se encontrara en “quiebra”.
Añadió que “en estos 9 meses (en el cargo) hemos pagado con recursos propios a todos los proveedores locales y del exterior, un monto superior a los US$ 476 millones y en el mismo periodo hemos transferido al fisco la suma de G. 526.000 millones en concepto de impuestos, a razón de US$ 13 millones por mes”.
Lo que Duarte no precisó es que la petrolera estatal es solo un agente de retención de los impuestos que paga el consumidor final por los combustibles que adquiere, y nada tiene que ver esto con una administración, por más eficiente que fuere, tal como lo quiere dar a entender.
La misma retórica a la que recurrieron los más cuestionados administradores que pasaron por esta institución está siendo empleada por este funcionario, que hizo constar en su currículum que estudió en la afamada Harvard de los EE.UU.