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Tras la denuncia hecha por “depositeros” y constructoras sobre la escasez del material y problemas en el despacho de la Industria Nacional del Cemento (INC), Rodríguez finalmente reconoció que el desabastecimiento en el mercado es una realidad. Ayer explicó a ABC Cardinal que esto se debe a numerosos factores, como un “gran quiebre” que tuvo que superar al llegar hace dos meses a la administración y que lo puso en la necesidad de estabilizar la línea de producción.
No obstante, aseguró que pese a las dificultades la INC hoy cubre un 45% del mercado y podría ir a más. “Estamos cumpliendo con lo que puede cumplir. El problema también puede ser una percepción de quiebre que se genera con números que se lanzan al público y algunos actores de la distribución, importadores o fabricantes pueden estar con problemas. Pero, evidentemente, hay escasez”, reconoció el presidente de la INC.
En cuanto a la especulación con los precios, afirmó que el del cemento “no se tocó. Sigue siendo G. 39.800” para el distribuidor, Pero lo que no dijo es que, por la ley de la oferta y la demanda, al haber escasez el produjo se encareció para el consumidor final.
Rodríguez señaló que la ruptura de stock fue algo con lo que se encontró al llegar a la administración, el 11 de setiembre, por lo que a partir de entonces “se consumió lo que había” y ese mes se tuvo un promedio de 39.000 bolsas diarias.
“Gran escasez”
José Luis Heisecke, presidente de la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco), confirmó que hay una gran escasez de cemento y dijo que la INC está llegando hoy solo 35% de su capacidad. Esto eleva el precio del producto en todo el país. La bolsa debería costar entre G. 40.000 y G. 42.000, pero se vende incluso a G. 75.000, manifestó.
Se cuestiona a la estatal debido a que pese a haber recibido US$ 80 millones en la administración anterior, de Jorge Méndez, sigue con este tipo de problemas. Matías Cardarelli, de Yguazú Cementos, dijo que esta industria no puede atender todo el mercado no cubierto por INC. Reclamó que el Gobierno no le permita importar clínker, basándose en una desfasada ley.