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El riesgo principal en la reforma tributaria establecida es que el IVA agropecuario puede interpretarse como un impuesto a la exportación de la carne, aunque las resoluciones todavía están por verse, advirtió ayer el Dr. Carlos Pereira Benza, en el marco del IV Congreso Ganadero que se cerró ayer en la Asociación Rural del Paraguay (ARP).
Según la redacción de la normativa, en caso de exportación de productos agropecuarios en estado natural y sus derivados, que hubieran sido sometidos a “procesos básicos, primarios o incipientes de industrialización”, solamente se devolverá el 50% del crédito fiscal.
“Si se las interpreta de manera equivocada, será un castigo al sector con la exportación de impuesto”, indicó. También señaló que el Iragro y el IVA agropecuario contribuirán a la burocratización de la producción, lo que significa que muchos productores tendrán que preocuparse en adelante de la parte contable, algo que no entienden y normalmente no están preparados. Agregó que, si bien eso genera la prestación de servicios contables, la función del productor no es esa, sino producir en un mundo muy competitivo, que exige bajos costos.
“Entonces, se incrementan los costos sin ningún retorno, esa es una parte negativa; nosotros habíamos hecho el lobby para mantener simplificado, recaudando cantidades similares o iguales, con un menor costo para la producción”, explicó Pereira ante la consulta de la prensa.