Temen que Acaray se convierta en otro negociado para las consultoras

El proyecto de modernización y repotenciación de la central hidroeléctrica Acaray impulsado por la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) no es nuevo; incluso existen varios estudios anteriores, asegura el ingeniero Axel Benítez, técnico del sector eléctrico.

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La propia ANDE admite que cuenta con varios estudios específicos para mejorar la infraestructura y la operación de la central Acaray. Sin embargo, para justificar la nueva consultoría que estará a cargo de la firma Manitoba Hydro International Ltd (MHI), contratada por US$ 1.552.787 con fondos proveídos por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las autoridades de la empresa estatal argumentan que varios de estos estudios sobre Acaray requieren actualización y que además carecen de un análisis integral y consolidado, sobre los cuales se pueda formular un programa gradual de inversiones.

Sobre el punto, el ingeniero Axel Benítez, exdirector de Energía del Viceministerio de Minas y Energía, explicó que cualquier proyecto de este tipo pasa por la disponibilidad de agua. “Si hay agua, se puede pensar en un Acaray III; pero no se puede ampliar más el lago del Acaray y la presa Yguazú queda un poco lejos, para sincronizar muy bien la operación sin afectar a la zona, como por ejemplo el paso por el río Acaray”, explicó.

Recordó que en el kilómetro 37 hay un desvío que se puede ir a Fortuna, uniendo la Ruta VII y la supercarretera por balsa, pero si el río varía mucho, eso es casi imposible. “Ello obliga a dos cosas: o te das la vuelta Hernandarias, que son 70 kilómetros más, o se hace un puente. Acaray opera solo como limitante cuando el agua llega a la Ruta VII en Ocampos”, detalló.

Por eso, en su momento se pensó en un canal entre Itaipú y Acaray, que son apenas unos 14 kilómetros. “¨Por allí se puede verter agua que en Itaipú ya no se aprovecha y se debería verter. Como el agua es binacional, si Brasil no lo va a aprovechar, lo correcto sería que se la ofrezca a Paraguay y ANDE lo utilice en Acaray”, añadió el ingeniero Benítez.

El especialista insistió en que cualquier proyecto en la central Acaray pasa por disponer de una mayor cantidad de agua. “Como la cota inferior es la del Paraná, el salto es muy variable, que si Itaipú turbina con todo y vierte, y si el Yguazú está crecido, este actúa de presa, se sube el nivel del Paraná y baja el salto del Acaray”, explicó el técnico.

Respecto a los nuevos contratos de consultoría, tanto para la repotenciación de la central como para estudiar la cuenca del Río Acaray y sus afluentes, difícilmente aporten datos que antes ya no se hayan obtenido. “No creo que arrimen nada nuevo. Para mí, esto está armado para que contraten a los supuestos expertos locales y así seguir con el negocio de las consultorías. Esto mismo pasó con el proyecto de la maquinización de la Presa Yguazú, donde la Nippon Koei subcontrató como técnicos a exfuncionarios de la ANDE”, recordó.

Cabe indicar que en Yguazú la ANDE destinó US$ 25 millones en la consultoría y elaboración del proyecto, que estuvo a cargo de funcionarios ya jubilados, como los ingenieros Felipe Nery Aguayo, María Selva Ozuna y Pedro Maciel.

Repotenciación inconclusa

El 10 de diciembre de 2007, bajo la administración del Ing. Martín González, la ANDE firmó un contrato por US$ 11.998.830,56 más G. 6.331.431.900 con la empresa argentina Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA) para la repotenciación de los Grupos Generadores N° 3 y 4 de la Central Hidroeléctrica Acaray. El mismo tenía un plazo de ejecución de 790 días calendario, según cláusula 7 del pliego y debió concluir en 2009. Sin embargo, a la fecha los trabajos no concluyeron, ya que la empresa alegó problemas financieros y solicitó un avenimiento a la DNCP, pero no llegó a ningún acuerdo con ANDE, que es la principal perjudicada.

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