Cargando...
Las otras cuatro restantes se redujeron casi hasta su eliminación total. La prueba se realizó en la zona de Areguá, en un recipiente con más de 15.000 litros de agua del lago, en los que colocaron tres paquetes de tecnosoles, de 8 kilos cada uno.
En la infografía que se publica en esta página se observan claramente los resultados y la eficacia de los tecnosoles a la hora de eliminar las cianobacterias.
En la primera columna están las especies de cianobacterias existentes en el lago. En la segunda columna, la cantidad de células por cada mililitro (células/ml) que había en las aguas del lago cuando se inició el experimento con los tecnosoles (16 de enero).
En la tercera columna, y al cabo de una semana (23 de enero), se tiene la cantidad de células/ml. En esta columna se nota claramente que cinco de las cianobacterias se redujeron a cero.
También se observa que una de las cianobacterias más peligrosas por sus toxinas, la Microcystis aeruginosa, se redujo de 98.870 cél./ml a tan solo 11.299 cél./ml, con tendencia a ir disminuyendo (eliminación del 89%).
Otra cianobacteria que se redujo en un 98% es la Cylindrospermopsis raciborskii, que de 155.367 cél./ml bajó a tan solo 3.390 cél/ml.
Estos datos son aún parciales. Corresponden a los primeros análisis realizados en los laboratorios del Centro Multidisciplinario de Investigación Tecnológica (Cemit) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Faltan los resultados de los análisis que se realizan en los laboratorios de la Universidad de Santiago de Compostela, España.
Según el hidrogeólogo Celso Velázquez, estos datos iniciales son más que alentadores y cree que los análisis que se esperan serán más que satisfactorios, por la eficacia y eficiencia de los tecnosoles.
De los tecnosoles
Los tecnosoles son diferentes tipos de suelos normales, que mezclados adquieren ciertas propiedades como para capturar o adherir nutrientes, en este caso los existentes en el lago Ypacaraí: el fósforo (en sus variadas formas de fosfatos, tripolifosfatos, etc.).
El intercambio iónico de los suelos facilita estas capacidades de adsorción, lo que deja a las cianobacterias sin alimento y mueren, según el especialista. El 3 de marzo vendrá al país el PhD Felipe Macías Vázquez, de la Universidad de Santiago de Compostela, para presentar oficialmente los resultados finales de esta prueba.