Técnicos oficialistas alertan sobre inicio de crisis energética en 2026

El Instituto de Profesionales Paraguayos del Sector Eléctrico (IPPSE), luego de un prolongado letargo, reapareció en el escenario nacional planteando a la opinión pública la necesidad de una urgente definición de emprendimientos, como el de Aña Cua, porque “en el lapso 2026-2033 habrá riesgo de crisis energética (déficit de potencial)”.

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La organización, según el informe técnico “requerimientos de generación eléctrica del Paraguay. Período 2017-2036” es presidida por el doctor Adolfo Ozuna González, exasesor legal de la ANDE, exconsejero de Itaipú, exasesor de las entidades binacionales y del Viceministerio de Minas y Energía.

En la extensa nómina de profesionales, la abrumadora mayoría de ellos con una larga carrera en las instituciones públicas, entidades binacionales, la ANDE y empresas contratistas de las binacionales, figuran por ejemplo el Ing. Ángel María Recalde, director de Yacyretá, el Ing. Helio Pereira, secretario ejecutivo de la EBY, el Ing. Martín González, también del equipo que actualmente administra las oficinas paraguayas de la entidad paraguayo/argentina. 

Preguntamos en el sector Energía acerca de las razones del reflotamiento del IPPSE y uno de ellos respondió que “los astros se alinean para el logro de un objetivo: la construcción del Aña Cua en el corto plazo...”

El documento de referencia, en su página 15, en lo concerniente a la potencia, concluye cuanto sigue:

Entre 2026 y 2028, el Paraguay requerirá nuevas fuentes de generación para satisfacer sus requerimientos de potencia.

Que en el lapso 2026-2033 habrá riesgo de crisis energética (déficit de potencia) si no se desarrolla y construyen a tiempo nuevas fuentes de generación.

Que los nuevos aprovechamientos hidroeléctricos binacionales en el río Paraná (Aña Cua, aplicación de Yacyretá, Itacorá-Itatí y Corpus) requieren de un largo tiempo para su desarrollo, construcción y entrada en servicio, por lo que urge iniciar los trabajos relacionados.

Añaden que si no se concretan esas nuevas hidroeléctricas binacionales, el Paraguay deberá recurrir a otros tipos de fuentes de generación o a la compra de países vecinos.

Apuntan que solo hasta el 2030-2033 las nuevas binacionales cubrirían los requerimientos de potencia del sistema, posteriormente habrá que recurrir a otros tipos de fuentes.

El documento soslaya el desafío que enfrentará nuestro país cuando en el 2023 deba sentarse en la mesa de negociaciones con los brasileños para revisar las disposiciones del Anexo C del Tratado de Itaipú.

En la pág. 29 del documento, el IPPSE opina que el inicio de todas las acciones que permitirán la ejecución de las obras que menciona deben iniciarse “en la mayor brevedad”.

Fuera del ámbito binacional, el IPPSE apunta varias obras domésticas, pequeñas centrales hidroeléctricas en ríos interiores, como el Yguazú, Acaray III, Monday, Ñacunday, río Paraguay I y II, Ypané I, II y III, Jejuí, Carapá I y II, Pirapó, etc.

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