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El bronce es utilizado en la fabricación de parlantes para equipos de sonido, grifos o canillas, cables, veladores, entre otros.
Es importado por varias empresas paraguayas, generalmente desde el mercado brasileño o argentino. Viene en barras, cuyo precio depende de su grosor.
Según los fabricantes de cruces y placas, existen alrededor de 30 empresas que se dedican a la venta de bronce en nuestro país. Pero esos precisamente no los adquieren de estas casas porque consiguen en menos de 10.000 guaraníes el kilo. El precio, con los impuestos, está entre los 40 y 60.000 guaraníes por kilo.
De cotejo de esas cifras se concluye que es absolutamente rentable comprar de los vendedores informales o de los ladrones.
Existe un centenar de comercios que se dedica a la fabricación de cruces para panteones y placas para las casas. En su mayoría están ubicados en las cercanías de los cementerios.
Gran parte de esas casas tienen sus proveedores exclusivos, generalmente vendedores informales.
"Algunas veces compramos de personas que llegan a ofrecernos y tenemos luego gente que nos trae", aseguró uno de los dependientes de la santería ubicada al costado de la Recoleta, sobre la avenida Choferes del Chaco.
La propietaria de otro local que visitamos en nuestra investigación, ubicado sobre la avenida Rodríguez de Francia, con una desconfianza que no podía disimular, absolutamente titubeante, nos comentó que allí se compraba de los que venían a ofrecerles en el local el codiciado metal.
"Y... nosotros compramos eso... canillakue y eso, cables..., resto de parlantes de coches... La gente que nos trae acá y le compramos", dijo.
Comprar el bronce legalmente cuesta entre 35.000 y 50.000 guaraníes el kilo, pero en el mercado negro se puede conseguir desde 6.000 hasta 8.000 guaraníes.
A pocos pasos de Cuatro Mojones, sobre la ruta Acceso Sur, existen varias chatarrerías que compran y venden el bronce. En una de ellas intentamos hablar con el propietario, pero no nos fue posible. Una de las dependientes nos comentó que los materiales que más entrada y salida tienen son los cables y grifos, por supuesto, de bronce.
Esas singulares unidades comerciales, como no tienen exigencias para la compra, facilitan la ilegalidad, porque últimamente se han robado desde las tapas de hierro de Essap hasta las válvulas de bronce; el costo de este último llega a los 120 dólares por unidad.
Si se vendiera en alguna de esas chatarrerías, apenas lograrían por los tres unos 200 mil guaraníes, teniendo en cuenta que su peso (3 kilos) y el precio del mercado (7.000 guaraníes). Sin embargo, la pérdida para la empresa estatal orilla los 200 millones de guaraníes.