También el Cime pide intervenir siderúrgica

La deteriorada situación financiera y productiva de Acepar genera reacciones en diversos niveles que coinciden en la necesidad de que el Gobierno intervenga la siderúrgica de forma urgente. El último gremio en pronunciarse es el de los metalúrgicos, que elevaron una nota a Federico Franco.

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En principio fue la Gobernación de Presidente Hayes la que el 28 de diciembre pasado se dirigió carta mediante al titular del Poder Ejecutivo para instarle a la intervención de Acepar, argumentando “que es de conocimiento público la crisis económica que atraviesa la siderúrgica”, y luego le tocó el turno a la Cooperativa Cootrapar, que expuso su denuncia en un informe enviado al presidente Federico Franco el miércoles pasado.

Por su parte, la misiva del Centro de Industriales Metalúrgicos (Cime), firmada por su presidente, Ramiro Vargas Peña, y la secretaria, Karolina Remesch, expone situaciones generales que afectan a bienes de la nación y particulares que perjudican al gremio para pedir que el Gobierno tome cartas en el asunto de forma urgente para evitar males mayores.

Según los metalúrgicos, se atreven a hacer esta petición debido a que en 1997 el Cime “fue el aval moral de la privatización de Acepar, (pero) con la condición de que la empresa quede en manos de accionistas paraguayos”. Sin embargo, “hoy la realidad es que la misma es de propiedad de un grupo empresarial argentino al que no le interesa el desarrollo del país”, con lo que se cae en una clara “desviación de los fines que justificaron” la venta.

Para peor, siempre según los alegatos de la directiva del Cime, hay un desabastecimiento permanente de alambrones para la industria de trefilación, lo que obliga a sus asociados a importar un producto estratégico que debería ser producido por Acepar. Agrega que lo mismo ocurre con las varillas para la construcción, que hoy son casi todas importadas.

Por otra parte, los metalúrgicos coinciden de alguna forma con la Gobernación de Pdte. Hayes al sostener que hay “un continuo deterioro de las máquinas y equipos”, que ha llevado a la fábrica, situada en Villa Hayes, a producir menos de la mitad de lo que se había conseguido a finales de 1997, cuando se entregó la planta al sector privado.

Por estas y otras razones expuestas en la carta, el Cime considera que será “un acto patriótico” la recuperación de esta industria estratégica para el país.

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