La crisis que soporta una de las cadenas más tradicionales de la vecina Luque la viene arrastrando desde setiembre último, según aclaró su directora. Se trata de una empresa netamente familiar, que arrancó con un kiosco y que luego se extendió a través de cinco locales. Hoy, la difícil situación por la que atraviesan les obligó a mantener abiertos solo dos establecimientos, y a disminuir de 400 empleados a cerca de 300, aunque mantienen viva la posibilidad de reubicación en los locales que intentarán sortear la crisis. Los establecimientos que cerraron son: El Angel (de Luque), Nazareth y la sucursal Venezuela, estos últimos en Asunción.
La empresaria destacó que el volumen de ventas cayó significativamente y, de acuerdo al relato de su directora, Cynthia Pane, por cada ticket de compra existe una disminución de compra del 50%. Señaló como ejemplo que si antes el consumidor podía comprar por un importe de G. 30.000 a G. 40.000, en promedio, hoy solo puede adquirir entre G. 12.000 a 13.000.

Además, indicó, que la principal clientela de esta cadena refiere a una población de clase media para abajo, que a su vez se vio muy afectada en sus ingresos ante la aguda crisis que atraviesa el país. Citó que los actuales retrasos en los pagos de los salarios de la gente, sus clientes, obliga hoy a los consumidores a adoptar un modelo de subsistencia y comprar solo lo básico e indispensable para la jornada diaria.
Pane fundamentó también que el difícil momento que vive su empresa incluye igualmente ‘‘a una situación interna del supermercado’’. Dijo que realizaron inversiones grandes y los números que arrojaron las ventas no acompañaron dichas proyecciones.

MARAÑA DE DEUDAS

Explicó que esta situación les coloca frente a una maraña de deudas que están dispuestos a enfrentar, porque, según remarcó, no quieren llegar a una convocatoria de acreedores. Todo esto les obligó a adoptar un proceso de restructuración de la empresa, a fin ‘‘de ajustar nuestros números a los niveles que podemos soportar del endeudamiento’’, para lo cual pretenden llegar a una negociación con sus principales acreedores y así saldar la deuda.

Consultada sobre el saldo rojo que tiene la cadena, respondió que el equipo de asesores del supermercado se encuentra justamente evaluando el monto total de la deuda, a fin de plantear una refinanciación a sus proveedores.
Culpó igualmente al contrabando y a la ilegalidad, porque, según dijo, ‘‘es pan para hoy y hambre para mañana’’, contra los que tienen que competir diariamente, refiriendo que la casa matriz del Gigante de Luque se encuentra lidiando con comerciantes informales ubicados en los alrededores del mercado municipal.

TRABAJADORES SE VIERON SORPRENDIDOS CON LA CLAUSURA DE LOS TRES LOCALES

Varios exponentes de los sindicatos de funcionarios de la cadena María Cristina indicaron que la decisión adoptada por la empresa fue sorpresiva, y se asociaron para enfrentar esta lamentable situación que les toca vivir. Reclaman el pago de sus salarios de los dos últimos meses y la indemnización correspondiente.
Aseguran que la empresa cerró sin ni siquiera realizar la comunicación respectiva al Ministerio de Justicia y Trabajo.

‘‘El sábado último estábamos todavía trabajando, y el domingo los tres locales se mantuvieron cerrados’’, apuntó Eusebio Rojas, que responde a los intereses de los trabajadores desafectados de la sucursal Venezuela. El ex empleado arguyó que las ventas cayeron, tal como acontece también en otros locales, como consecuencia de la crisis que vivimos, pero consideran que en la cadena María Cristina hubo un mal manejo administrativo. ‘‘Entre los parientes no se pudieron poner de acuerdo para lograr una buena administración, en contra de los intereses de los trabajadores, que hoy quedamos desempleados’’, agregó.

COMUNICADO DEL MINISTERIO

Los supermercados de plaza que están atravesando por problemas financieros aún no comunicaron su situación al Ministerio de Justicia. En el libro de entradas de la secretaría general del Viceministerio no figuraba ningún pedido de suspensión o cierre temporal peticionado por cualquiera de las empresas. El ministro Angel José Burró, consultado al respecto, manifestó que escuchó por ahí que el supermercado María Cristina de Luque estaba con inconvenientes, pero aún no tenía nada oficial al respecto.