Cargando...
Muchos de los números que se presentan como oficiales dentro de los balances de la EBY, en realidad no tienen sustento legal, por tanto, lo que aparece como deuda no es tal, sobre todo en lo relativo a los aportes no retornables que no obligan al Paraguay, sostiene el exparlamentario y embajador Ramírez Montalbetti.
El dirigente liberal no descartó la existencia de una “conspiración argentina para hacernos pagar deudas inexistentes y de las cuales algunos malos políticos y dirigentes oficialistas aseguraron que existían y obligaba a nuestro país”.
Insistió en la necesidad de transparentar la contabilidad, para lo cual sugiere una auditoría internacional que pueda certificar el estado de cuentas de ambos países y determinar saldos, para luego avanzar en los demás proyectos previstos como la maquinización del vertedero en Aña Cua y Corpus Christi. “Mientras tanto, perdemos plata por la angurria y mala fe argentina. Me parece que tiene que haber un saldo acordado por ambos países para que se pueda avanzar en proyectos conjuntos”, sostuvo Ramírez Montalbetti.
También se refirió a la transferencia ilegal de la energía de Yacyretá efectuada por Argentina al Brasil a través de Garabí. “Este es un tema que hasta ahora no fue aclarado por el Gobierno argentino y considero que son temas vinculados que deben ser atendidos y negociados antes de avanzar en otros acuerdos”, señaló.
Lamentó que muchas de las autoridades no estén a la altura para exigir el cumplimiento de los acuerdos y defender los intereses nacionales por lo que hay negligencias continuas en las binacionales. “Este es uno de los motivos por los que yo me había opuesto a la designación del actual director Ángel María Recalde al frente de Yacyretá, porque precisamente bajo su gestión se quiso avalar un acuerdo que no era favorable al Paraguay. Lamentablemente, vuelve a ser nombrado en un cargo importante habiendo tenido graves antecedentes y así seguimos”, agregó.
Situación de la deuda
En cuanto a la inflada deuda que se imputa a Yacyretá, la discusión para cerrar el acuerdo está centrada en la eliminación de unos US$ 2.000 millones en concepto de actualizaciones que figuran en los balances, teniendo en cuenta que de los casi US$ 18.000 millones de los que se hablaba inicialmente ya hubo una “quita” aceptada por los argentinos de casi US$ 10.000 millones de intereses, lo cual, de hecho, no correspondía, según lo estipulado en el tratado, que solo habla de aportes de capital. Según el último balance de la EBY, revisado por la Sindicatura General de la Nación, la deuda con el Tesoro argentino, sin intereses y actualizaciones, ronda los US$ 5.545 millones.