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Para un sector importante de la industria paraguaya el ingreso de contrabando no solo se da con el traspaso de una mercadería por vía ilegal desde los países limítrofes, sino que existe una actividad que prácticamente “blanquea” el contrabando, a partir de la subfacturación que se da en el ingreso de productos a la Aduana.
En ese sentido, para la Cámara de la Industria del Calzado del Paraguay el mayor problema que tiene este sector es justamente el ingreso masivo de calzados chinos o de otros orígenes y que tienen un valor imponible muy bajo, lo que hace que sea imposible de competir para la industria local.
Elder Otazo, presidente del referido gremio, comentó que justamente con el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) trabajaron el año pasado para sacar el documento conocido como “Régimen de licencia previa de importación para el calzado”, que ayudó a bajar las cifras de ingreso, pero que de igual manera no es suficiente porque falta más control.
Según las cifras oficiales que maneja el gremio, solamente en 2014 ingresó un total de 25 millones de pares de calzados, la mayoría de origen chino. Entraron al país como importación legal.
Según el industrial, en un estudio de mercado que encargaron hace algunos meses, descubrieron que varias partidas arancelarias –que determinan el impuesto a pagar de la mercadería– tenían precios irrisorios, que no llegaban en muchos casos ni a los 0,05 centavos de dólar por cada par de calzado importado. “Gracias al trabajo que hicimos con el MIC, el ingreso de calzados importados disminuyó en un 30% a la fecha (en comparación al año pasado), pero lo preocupante es que siguen ingresando zapatos a valores por debajo de lo normal, encontrándose partidas arancelarias muy bajas”, indicó Otazo.
Confeccionistas, en las mismas
Para el sector de la confección la situación que se presenta con la subvaloración o subfacturación es prácticamente la misma que con los industriales zapateros.
Luis Llamosas, titular de la Asociación Industrial de Confeccionistas del Paraguay (AICP), señaló a nuestro diario que el problema para el sector es el mismo hace años, y que el mayor perjuicio para los confeccionistas tiene que ver justamente con el ingreso subvalorado de telas y tejidos a través de la Aduana.
“Acá tenemos que sentarnos a dialogar y trabajar, pero con los actores políticos del país que elaboran las leyes. Tenemos que hacer una gran concertación con los sectores políticos para que empecemos a activar por nuestro país”, señaló Llamosas. En el sector de la confección quienes más sienten la competencia desleal son los pequeños confeccionistas, ya que son competencia directa de las ropas que llegan de Asia, Estados Unidos o Brasil y que se venden en comercios o puestos clandestinos. Muy pocos negocios están habilitados para la venta de este tipo de mercaderías, aseguran en el MIC.
Pagan menos impuestos
Otra forma de denominar la operación es “subvaloración”. Se concreta cuando se ingresa un producto declarando una partida arancelaria que no corresponde y de menor valor imponible, con el objetivo de pagar menos impuestos aduaneros. En Aduanas se descubrieron cientos de estos casos, como por ejemplo, en años anteriores, con el supuesto ingreso de medias. Se detectó en 2010 que apenas en tres meses (enero-marzo) fueron importados “legalmente” 19 millones de pares de medias por los puestos aduaneros. En los documentos hacían figurar que la mercadería ingresada eran medias (que abonan menos impuestos) cuando en realidad eran jeans, camperas, remeras, etc.