STP: en menos de 15 años se puede erradicar el hambre en Paraguay

El ministro de la Secretaría Técnica de Planificación (STP), José Molinas, afirma que en menos de 15 años se puede reducir el porcentaje de personas en situación de hambre o malnutrición del 9,9% actual a menos del 3%, lo que técnicamente ya significa una erradicación de la pobreza extrema en nuestro país. Esto, si se continúa con la metodología de identificación de personas.

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“Cuando se habla de erradicación de pobreza extrema se habla de una tasa por debajo del 3% (según NN.UU. y Banco Mundial), con lo cual técnicamente ya está erradicada la pobreza extrema”, dijo José Molinas, ministro de la STP.

Explicó además que la meta del Plan Nacional de Desarrollo, que fue producto de 13 meses de consultas, en las que participaron 2.000 líderes con sus organizaciones, es que para el año 2030 tengamos menos del 3% de pobreza extrema. “Si para el 2030 llegamos a tener, por decir, 2,9%, y ahora tenemos 9,9% (de pobreza extrema), quedan 7 puntos porcentuales que en 15 años son como medio punto por año. Pero creo que con esta metodología, de identificación precisa de los pobres, y trabajando todos juntos podemos ir más rápido que eso”, aseguró Molinas.

Comentó que en noviembre de 2013 se inició una tarea de “identificación de la pobreza extrema”, cuyos datos son compartidos a nivel interinstitucional. “Visitamos 250.000 hogares rurales identificando a 32.000 familias en situación de pobreza extrema, que albergan a 200.000 personas de las que conocemos sus nombres, lugares de residencia y teléfonos en la mayoría de los casos. Hoy esas personas tienen rostros y estamos tratando de conectarlos a la oferta pública existente”, manifestó. O sea, si no estaban en el programa Tekoporã se los está involucrando y si tienen más de 65 años y no estaban en el programa de adultos mayores se los está incorporando a ese programa. “Estamos dándoles seguimiento para que reciban atención de salud, educación. Se está trabajando también con los gobiernos locales, conformando Consejos de Desarrollo, y hasta ahora hay como 50 con los que compartimos estos listados de manera que puedan articular mejor la atención a estas personas en sus municipios”, enfatizó.

“Estamos trabajando también con el sector privado en el Consejo Público-Privado de Reducción de Pobreza Extrema, donde ellos están innovando herramientas. Hay un plan piloto muy interesante con 700 familias, que si funciona bien, puede expandirse”, subrayó.

Añadió que también se está facilitando la incorporación de tecnología en el área rural, porque estas familias tienen tierras de calidad y mano de obra, pero les falta todo el resto, es decir asistencia técnica, que se está mejorando y fortaleciendo, introducción de tecnología y trabajo con el sector privado para incluirlos en las cadenas de valor para que sean sostenibles.

“Ahora, una reflexión a partir de la divulgación de estos números. Tenemos que activar nuestro sistema de alarma que ha estado desactivado como sociedad. Nos hemos acostumbrado a convivir con situaciones de pobreza extrema. Cómo es que nos deja dormir el hecho de que tengamos 637.000 compatriotas que no puedan costear sus alimentos , que es la definición de pobreza extrema, personas en situación de hambre o de malnutrición. En un país productor de alimentos, cuarto lugar mundial en exportación de soja y sexto en carne y en ese vecindario de tanta productividad existen 494.000 pobres extremos en el área rural. Estamos anestesiados con esta realidad y necesitamos despertarnos en forma urgente”, dijo Molinas.

Programas sociales positivos

Las evaluaciones realizadas sobre el retorno o resultado de los diversos programas sociales encarados por el Gobierno para combatir la pobreza dan una idea de cuan efectivo fueron algunos de esos programas, en términos de mejora de calidad de vida, sostiene Julio Ramírez, técnico del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep). Paralelamente, las evaluaciones son un importante componente de la rendición de cuentas a la sociedad civil y los estamentos empresariales y políticos, agregó. Las evaluaciones demuestran que los esfuerzos realizados en materia social están empezando a dar sus primeros frutos, pues concomitantemente con el crecimiento económico, las acciones focalizadas hacia los sectores vulnerables han surtido efecto en materia de reducción de la pobreza, según los últimos datos publicados. Los informes revelan que la pobreza medida a través del ingreso ha seguido una senda hacia su reducción, explicó Ramírez. Algunos programas públicos, como el programa Tekoporã, a diciembre de 2015, abarcó a 131.159 familias, representando un incremento del 63,5% con relación al 2013 (80.202 familias) y del 30% con relación al 2014 (101.440). El proceso iniciado hace diez años, basado en la experiencia de otros países ha demostrado resultados interesantes, más allá del tema netamente monetario, pues busca atacar a la pobreza en sus distintas dimensiones, dijo.

En dirección correcta

“Como sociedad estamos encontrando la forma de reducir la pobreza. En los 14 años anteriores al 2011 la pobreza era mayor del 18% y oscilaba. En 1997 era del 18,8% y en el 2011 era del 18%. A partir del 2011 se está dando una reducción de pobreza significativa y en los últimos años la pobreza ha estado en alrededor del 10%. Significa que como país estamos avanzando en la dirección correcta pero es insuficiente. Todavía tenemos esa realidad que nos interpela de compatriotas en situación de hambre”, dijo José Molinas.

mvelazquez@abc.com.py

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