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Los industriales metalúrgicos del país sospechan de un contubernio entre los funcionarios de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) y los organismos financieros, puesto que de otra manera no se explican la razón por la cual insisten en imponer exigencias y modalidades de contratación que los dejarán fuera del proyecto para la construcción de la segunda línea de 500 kV, entre Ayolas y Villa Hayes.
Para el empresario Diego Oddone, del Consorcio Metalúrgico Bicentenario, “han encontrado el mecanismo perfecto para direccionar, restringir y acomodar especificaciones que no pueden ser reclamadas porque el convenio de préstamo está por encima de las leyes nacionales”. Como ejemplo recordó la reciente licitación 766/2014, financiada por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), que otorgó un préstamo de US$ 100 millones, para la compra de 100 toneladas de torres y vigas para subestaciones; las mismas estructuras que la industria nacional ya había fabricado en 2010, cuando se inicia una mayor demanda nacional de torres para transmisión.
Lo llamativo del caso es que, una vez más, la ANDE negoció este millonario crédito internacional para el fortalecimiento del sistema eléctrico nacional, refrendado luego por el Congreso; sin tener en cuenta a los fabricantes locales y, al lanzar el llamado público, pone como requisito la no admisión del margen de preferencia nacional y además, se asegura de dejar el camino abierto a los proveedores de torres chinas, colocando la furibunda condicionante: “El fabricante deberá tener más de 10 años de experiencia en suministros similares”, con lo cual borra en el acto la participación paraguaya; denunció el Ing. Oddone.
Ante el reclamo, la ANDE justificó que “es requerimiento del ente financista”, lo cual no figura en las cláusulas, según un dictamen jurídico al respecto.
No se define aún Yguazú
Es incierto el futuro respecto a la construcción de la central hidroeléctrica Yguazú. El proceso licitatorio quedó en suspenso, ya que la comisión evaluadora de la ANDE finalizó el análisis de la oferta del consorcio constructor Yguazú para el lote 2, referente a las obras civiles y electromecánicas, y lo remitió a la JICA del Japón en busca de la no objeción. El consorcio, conformado por la brasileña Camargo Correa SA y la paraguaya Talavera & Ortellado SA, presentó una oferta que, con los impuestos incluidos, totaliza más de US$ 252,7 millones.