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La semana pasada se realizó en el Chaco Central la presentación de los primeros resultados del proyecto de obtención de variedades de soja tolerantes a altas temperaturas, impulsado conjuntamente por la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) y por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA/ARS), con el apoyo de la Universidad de Missouri y las cooperativas de producción Chortitzer y Fernheim.
Durante el día de campo, el asesor técnico de Capeco Ing. Cubilla, destacó que la investigación podría generar un dinamismo económico nunca antes visto en el corazón del Chaco Central. “Uno de los beneficios fundamentales con la obtención de los materiales genéticos será promover la instalación de cadenas de valor en torno a la soja, así como en la Región Oriental, en donde más de dos millones de personas perciben ingresos en forma directa e indirecta con la incorporación de proveedores de insumos, semillas, asistencia técnica, logística, bancos y financieras, etc.”, expresó.
Agregó que los frigoríficos de capital cooperativo chaqueño (Neuland, Frigo Chorti y Frigochaco) tienen una participación de 30% en la faena nacional, con cerca de 700 000 cabezas anuales, mientras que las plantas lácteas -Trébol y CO-OP, ubicadas también en el Chaco, procesan 220 millones de litros de leche por año.
Dicho volumen de alimentos de origen animal puede pasar con seguridad en la provisión de proteína vegetal a dos millones de cabezas sacrificadas en frigoríficos, y en 600 millones de litros de leche producidos por año, respectivamente, siendo capaz de generar a la vez miles de empleos directos adicionales.