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Las últimas aplicaciones aéreas realizó el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) el jueves pasado, en la zona del Fortín Boquerón y la aldea aledaña Tiege. Después de eso, ya no se encontraron focos por la zona. Aparentemente, migraron a otro lugar, dijo Carlos Argüello, jefe regional del Senave. Indicó que los reportes de daños son muy limitados, porque se quedaron muy poco tiempo en el lugar y por el viento, se trasladaron a otro sitio.
En este momento nadie sabe adónde se fueron las mangas de langostas, aunque la última tendencia registrada fue en dirección sur, es decir, zona de Línea 11, Cruce Demattei, Cuenca del Pilcomayo.
En esta última semana, el Senave realizó cuatro fumigaciones aéreas, dos en la zona del Fortín Boquerón y otros dos en Ávalos Sánchez, con 200 litros de clorpirifós, 100 litros de cipermetrina y 40 litros de aceite. Varios técnicos de la institución acompañaron las últimas aplicaciones de los químicos mencionados, asistidos por ingenieros de las cooperativas Chortitzer y Neuland.