Sin el río Pilcomayo, la fauna está condenada a morir en forma natural

A lo largo de la cañada La Madrid se extiende un conjunto de lagunas. A medida que ingresa el Pilcomayo, estos reservorios se llenan de agua y permiten soportar la sequía invernal. El río no ingresó por tercer año consecutivo y las lagunas se secaron. Sin agua ni alimentos, los animales están muriendo, naturalmente.

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El ministro Ramón Jiménez Gaona, titular del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, intentó defender lo indefendible: la gestión de la Comisión Nacional del Pilcomayo, cuyo director es el ingeniero Óscar Salazar Yaryes.

De acuerdo a un artículo del diario Última Hora, publicado el jueves último, en la página 16, el ministro dijo: “Estamos viendo un ciclo normal en el río Pilcomayo, donde es de público conocimiento que el Chaco paraguayo tiene épocas de mucha agua y épocas de sequía”.

En el Pilcomayo, el período de crecidas comienza a fines de noviembre y se extiende hasta marzo-abril. El invierno coincide con la temporada de sequía.

El río nace en Potosí (Bolivia). Baja desde una altura promedio de 6.000 metros, con un ángulo de 70 grados de inclinación. En temporada de crecidas, el Pilcomayo se convierte en un verdadero torrente que arrastra todo a su paso.

Al llegar a la planicie del Chaco se extiende generosa en su suelo. La riquísima biodiversidad chaqueña tiene su origen en las aguas del Pilcomayo.

En el año 1992, Argentina y Paraguay acordaron la apertura de canales para distribuir las aguas del río. Especialistas de la Unión Europea recomendaron la canalización para compartir tanto aguas como sedimentos.

A pesar de los cuestionamientos que pueden escucharse a lo que popularmente se conoce como “Proyecto pantalón”, si no hubiera sido por la existencia del canal, Paraguay hace mucho tiempo habría perdido definitivamente al Pilcomayo por la colmatación del cauce principal.

Ciclo lógico

Paraguay utiliza el canal artificial para alimentar con agua la cañada La Madrid, cauce natural que se extiende hasta el fortín General Díaz, distante a unos 450 kilómetros de la ribera del Pilcomayo.

A medida que el río ingresa va llenando una sucesión de lagunas, donde también se van depositando sedimentos: Agropil, Pozo León, La Chaqueña, Fariña, La Melliza, González, Catán, Santa Marta y finalmente laguna General Díaz.

Estas lagunas constituyen la principal reserva de agua en la temporada invernal. La fauna silvestre puede disponer de agua y alimentos así como los productores pecuarios.

Para que estas lagunas de agua se puedan llenar es fundamental que el Pilcomayo ingrese en nuestro territorio en cantidad suficiente para ir cubriendo estos reservorios naturales.

El ministro Ramón Jiménez Gaona miente al sostener que “estamos viendo un ciclo normal del Chaco”.

Lo normal sería que las lagunas tengan agua pero el Pilcomayo no ingresó en nuestro territorio. Por ejemplo, en los últimos 50 años, la laguna Agropil nunca se secó. En este momento ya van 2 años sin agua y el gigantesco reservorio se transformó en un páramo.

La Comisión Nacional del Pilcomayo fracasó en el objetivo de recuperar el río, por eso las lagunas están secas. No tiene ningún valor, salvo propagandístico, sostener que las aguas ingresaron el año pasado. Eso es mentira.

El ministro Ramón Jiménez Gaona sostiene que los yacarés están muriendo en forma natural: ¿Y qué pretende? ¿Qué puedan vivir sin agua? Claro que resulta natural que mueran si no tienen al Pilcomayo.

En 1992 el Pilcomayo dejó de ser un río errático y cada año se tiene que trabajar en la limpieza de La Madrid para tener agua.

De lo contrario, seguiremos viendo morir, naturalmente, a la fauna silvestre por falta de agua.

roque@abc.com.py

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