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No han respondido hasta ahora el arquitecto Osmar Ludovico Sarubbi Gamarra, titular de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), y tampoco los vicepresidentes de la estatal, Carlos Arce y Enrique Dami, sobre el sospechoso aumento del precio de la instalación de una aductora de 21 km, que abastecerá de agua a Villarrica desde la planta de tratamiento ubicada a orillas del río Tebicuarymí.
Una red de similares características, e inclusive más extensa, que construye la JICA (agencia de cooperación del Gobierno japonés), solamente costará entre los US$ 4 millones y US$ 5 millones.
Para este proyecto la Essap optó por un sistema de leasing. Una firma privada deberá invertir su dinero y el Estado le irá pagando un monto mensual, con intereses incluidos. La licitación se hará a través de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP).
Inflaron 200%
Un primer estudio que se hizo el año pasado arrojó un costo de US$ 3,9 millones para la aductora de 21 km, distancia entre la planta de tratamiento y el reservorio ubicado en Villarrica.
Este año se hizo un nuevo estudio en el que sospechosamente los costos se elevaron a US$ 11,7 millones.
Con los intereses que debe abonar el Estado la cifra, inclusive, se va a disparar aún más, hasta los US$ 23,6 millones.
Según los datos, la Essap abonará por diez años una cuota mensual de poco más de US$ 196.700 a la firma inversora.
Según los documentos, la obra debe concluir en nueve meses y los desembolsos se harán desde enero del 2017 hasta febrero del 2027.
Las dudas se hacen mas fuertes cuando se comparan las cifras con la inversión que está realizando la JICA en la zona.
Desde el año pasado viene ejecutando obras de ampliación de la planta de tratamiento de agua del Tebicuarymí y la instalación de una aductora de 22 kilómetros, desde esa misma planta hasta la ciudad de Coronel Oviedo.
La primera obra costará US$ 10 millones y la aductora entre US$ 4 millones y US$ 5 millones. La ejecución está directamente a cargo de los japoneses.