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Según Enrique Mercado, director jurídico de la Senavitat, ahora que dicha institución recibió los créditos del ex Banco Nacional de Trabajadores (BNT), debe diseñar un mecanismo de administración para los mismos, pero que naturalmente, tratándose de hipotecas, lo que corresponde en este caso es seguir el proceso de ejecución. Es decir, llevar las viviendas a remate.
Hacienda le transfirió las viviendas a Senavitat, luego de recibirlas del ex-BNT, como pago por una vieja deuda, de más de G. 8.000 millones.
Mercado dijo que la situación es compleja, atendiendo que los ocupantes actuales de las viviendas no son los mismos a cuyo nombre están los títulos y quienes firmaron las hipotecas a favor del fallido banco.
“Una salida sería que los deudores originales le transfieran a la Senavitat las viviendas para que posteriormente la institución las adjudique a los actuales ocupantes”, explicó.
Antonio Casco, representante de los deudores del BNT, explicó que pese a que el juzgado hizo lugar a la transferencia a Hacienda de las hipotecas, quedó un remanente de 43 casas que siguen en manos de la quiebra y que no fueron transferidas porque no había sobre ellas hipoteca alguna al momento de hacerse la convocatoria a acreedores. Es decir, sus títulos estaban a nombre del banco.
Según el dirigente, en esas viviendas habitan familias hace más de 10 años, que ahora temen ser desalojadas por la falta de una salida procesal al problema.
En el presupuesto 2016
La transferencia, aunque ya fue ordenada por el juez Hugo Bécker, se concretará finalmente en el presupuesto que se le apruebe a Senavitat, como parte del cual recibirá las hipotecas por parte de Hacienda. Se estima que el valor de las 242 viviendas es de unos G. 8.000 millones, aproximadamente.