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Los trabajos de ampliación de la Ruta III, desde la rotonda de desvío a Puente Remanso hasta la ciudad de Limpio, son protegidos con finas cintas, y en parte no cuentan con estas, ni otros elementos de protección. Las obras se ejecutan actualmente en puntos de alto tráfico vehicular y peatonal. La carencia de alumbrado público e iluminación provisoria en zona de obras dificulta la visibilidad en horas de la noche. Se suma la insuficiencia de elementos de señalización, además de otros factores de peligro, como los adelantamientos indebidos, que ya causaron caídas de vehículos en las zanjas y otros accidentes menores.
En el área de lo que será la circunvalación en Limpio, obra hoy parada, los pozos cuentan con apenas media red como protección, según constatamos. El ingeniero Fernando Antona, superintendente de obra para el consorcio D-R, confirmó la situación y admitió la precariedad del sistema de señalización en la construcción de la ruta.
Al ser consultado si este tipo de señalizaciones se ajustan a los parámetros de seguridad, dijo que la obra “tiene sus defectos” y que reforzarán el sistema de protección tal como se establecen para construcciones de esta complejidad. En cuanto al alumbrado, expresó que de momento nada pueden hacer. “No hay forma de iluminar, porque la obra abarca toda la franja de dominio”, manifestó. Según él, “el problema no está en la iluminación, sino en el tránsito”. Precisó que solamente las zonas de puentes y viaductos están iluminados ahora. El ingeniero prometió sumar redes de protección, además de más conos, carteles y otros.
Asimismo, cargó parte de la culpa sobre terceros, que aprovechan la falta de iluminación para hurtar materiales de seguridad y otras herramientas. Se calcula que por día unos 25.000 vehículos circulan en este tramo.
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Fotos: David Quiroga