Señalan que inflación baja es por la menor demanda de consumidores

Economistas consultados por nuestro diario coincidieron en que la caída de la demanda de ciertos productos por parte de los consumidores tuvo su impacto en el índice de precios del consumidor (IPC), que en junio último, según el BCP, registró otra reducción, en ese caso del 0,9%. El acumulado en el semestre fue 1,4%, según añade.

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Los economistas Luis Saguier Blanco, Fernando Masi y Stan Canova, consultados por nuestro diario, coincidieron en que la caída del consumo que se viene arrastrando desde hace varios meses es una consecuencia de la desaceleración que sufre la economía local y que, finalmente, termina impactando en una baja en los precios de la canasta. El menor ritmo de ciertas actividades obligó al Banco Central del Paraguay (BCP) a bajar su proyección del crecimiento económico de 4,5% a 4%.

“Probablemente haya mucho menos demanda por parte de la gente, y esto tiene que ver con el comportamiento del crecimiento que se está ajustando a la baja. Cuando hay una menor demanda, los precios bajan o sencillamente la gente compra menos de ciertos productos”, dijo Fernando Masi, director del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (CADEP).

Caída de ventas

Según Luis Saguier, el sector comercial siente bastante el efecto de la menor compra de los consumidores. Los comercios del país, en especial del Este, arrastran millonarias pérdidas por el bajón en sus ventas y, en consecuencia, muchos de ellos prefieren bajar precios para atraer de vuelta a los compradores, explicó.

Acotó que, incluso con la fuerte apreciación del dólar, algunos comercios mantienen sus precios y prefieren absorber las diferencias del tipo de cambio a fin de colocar sus productos.

El BCP encontró en junio el tercer mes deflacionario del año con una variación del -0,9%, porque, según explicaron sus técnicos, las bajas en el grupo de alimentos pesaron más que la suba de precios en otros rubros de la canasta, aunque la ciudadanía en general disiente con los resultados que del índice que publica el BCP.

Percepción ciudadana

En cuanto a la percepción diferente que tiene la ciudadanía sobre la medición de los precios, Luis Saguier señaló que difícilmente coincida el consumo básico de un hogar y otro, incluso entre personas de una misma casa, ya que depende del nivel de ingreso y de las prioridades de cada familia. “...Hay personas que consumen mucha carne, pero otras en cambio son vegetarianas. Entonces cada persona tiene su propia inflación”, resaltó. Dijo que, por lo general, los precios varían bastante de una región a otra, y lo que hace el BCP es un promedio referencial, armando una canasta básica, de la cual los alimentos tienen la mayor ponderación, cerca del 33%.

Sobre el punto, Fernando Masi añadió que hay marcada diferencia de precios dependiendo del lugar donde uno vive y que los técnicos que miden la inflación tienen que fijarse en el promedio actual país, y que por esa razón muchas veces el resultado que arroja ese promedio no se ajusta a la realidad de cada persona.

El economista Stan Canova agregó que las personas que tienen un salario fijo sienten más el efecto de la inflación de los productos, porque sus ingresos no varían y que cualquier suba, sea del dólar, combustible u otros productos, impacta directamente en su canasta de consumo.

Juez y parte

Fernando Masi agregó que, aunque el Banco Central hace un trabajo estadístico, sería más conveniente, como en otros países, tener una sola institución que se encargue de las estadísticas económicas y sociales del país, como bien lo debería hacer la Dirección Nacional de Estadística, Encuestas y Censos (DNEEC).

“Eso no significa que el Banco Central no tenga credibilidad, en términos de la inflación tiene bastante credibilidad para los profesionales analistas que van analizando las variables económicas. Pero en cierto sentido es juez y parte en esta materia”, dijo finalmente.

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