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Los senadores decidieron postergar el tratamiento de la reforma de la ley bancaria para después de las elecciones municipales, a fin de estudiar mejor la propuesta de actualización de 20 artículos de la Ley Nº 861, que data del año 1996.
Como en dicha cámara se originó el plan, sus integrantes tienen todo el tiempo necesario para realizar un análisis más profundo, visto que existen posiciones encontradas acerca de seis artículos.
Las tres comisiones asesoras (de Hacienda, Legislación e Industria y Comercio) coincidieron en dictaminar con modificaciones sobre el proyecto. Entre dichos cambios se excluyó textualmente a las cooperativas, a fin de evitar confusiones en la aplicación, ya que las entidades solidarias tienen su propia ley.
Piden previsibilidad
Según especialistas en temas financieros, en la reforma de la ley de bancos deben tener mayor previsibilidad los ajustes y la gradualidad en su implementación debido al impacto que pueda tener en el crédito un aumento de capital.
Ven también que la introducción de estándares internacionales debe reconocer las particularidades o limitaciones del mercado financiero de nuestro país, así como su complejidad. Reconocen la importancia de la introducción de esos estándares internacionales para modernizar la regulación financiera, pero creen que su aplicación no debe ser dogmática (copiar recetas) sino pragmática, para equilibrar los objetivos de financiamiento a la economía y de solvencia y estabilidad de las instituciones financieras.
En cuanto a este pedido de los bancos y financieras de que la ley establezca criterios más previsibles para su aplicación, el titular del Banco Central, Carlos Fernández, refirió que se recogieron los comentarios y tuvieron en cuenta criterios de previsibilidad y gradualidad en la ley. Sin embargo, sostiene que los bancos tienen una temática de hacerlo tan previsible, que finalmente hace que la ley sea absolutamente inflexible, ya que atacan artículos fundamentales en esta reforma.
“La propuesta de la Asoban es volver prácticamente a la redacción de lo que era la ley en 1996, lo cual inflexibiliza totalmente muchas de las cuestiones”, afirmó. “Aquí nadie quiere perjudicar al sistema financiero. Estamos hablando de que el 10% de ese dinero que administran pertenece a los dueños de esos bancos y 90% es de otra gente. Tenemos que garantizar que esto funcione bien y que tenga suficiente capital para hacer frente a la crisis”, agregó.
Carlos Fernández rechazó también la acusación de discrecionalidad que el proyecto otorga al BCP y dijo que más bien buscan flexibilidad para que el regulador pueda actuar a tiempo, en un sistema financiero muy dinámico y que va cambiando en el tiempo.
El titular del ente monetario central confía en que la ley pueda aprobarse para este año, y a partir de ahí diseñar la matriz de riesgo de cada entidad. “Aquí hay bancos que manejan a 110 km por hora y otros que van a 40; entonces, tienen diferentes matrices de riesgo. Tenemos que focalizarnos en cada entidad y que los requerimientos sean equitativos al riesgo que manejan”, agregó el titular del BCP.
Además de la ley de bancos, hay un paquete de leyes financieras que también esperan tratamiento, como la Ley N° 489/96, Carta Orgánica del Banco Central, la reforma de la ley del BNF, ley de pensiones, buró de crédito, entre otras.