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El documento de referencia, firmado por Fernando Lugo Méndez, presidente de la Cámara de Senadores y Ramón Gómez Verlangieri, secretario parlamentario, fue fechado el día 10 de mayo último, pero publicado recién el martes último.
La resolución de la Cámara Alta “cita e interpela al señor Eladio Loizaga Lezcano, ministro de Relaciones Exteriores” mediante 16 preguntas relacionadas con el Acta Cartes-Macri del 4 de mayo de 2017 y la Nota Reversal N° 2/17 del 28 de setiembre del año pasado que firmó e intercambió Loizaga con su par argentino Jorge Marcelo Faurie, sobre la situación pasada, presente y futura de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).
Atraso y coincidencia
Tanto el Acta en cuestión como el instrumento diplomático aprobado por los poderes ejecutivos de nuestro país y Argentina, por extraño que parezca, los tuvieron guardados en alguna gaveta de algún escritorio de la sede de la Cancillería, hasta que de pronto, el día 5 del presente mes, en coincidencia con la emergencia a la luz pública de la decisión de la Cámara de Senadores, el presidente Horacio Cartes con la solemnidad protocolizada para casos como estos, los remite a la consideración del Legislativo.
Vuelve a la carga
La Presidencia de la República, aún bajo la batuta de Horacio Cartes, aprovechó la ocasión para repetir el envío de otro instrumento diplomático, que había retirado del Senado ante la inminencia de su rechazo.
Se trata de la Nota Reversal N° 6/14, que el actual Mandatario paraguayo había firmado en noviembre 2014 con Cristina Fernández de Kirchner, entonces presidenta de la Argentina.
El pronóstico que definió el repliegue táctico del Ejecutivo en su intento por hacer aprobar este instrumento era el rechazo que había desatado entre los senadores.
La Reversal 6/14 que, según sus firmantes, lograría “la equiparación de los cargos de directores ejecutivos y la implementación efectiva de una cogestión paritaria binacional”, en rigor consolidaba –consolida– la hegemonía argentina en el Comité Ejecutivo de la entidad binacional.
Parte de su Art. XV señala que “cada director ejecutivo tendrá a su cargo las relaciones con las autoridades y con las entidades públicas y privadas, así como también la representación de Yacyretá en eventuales juicios en su países respectivamente”.
De aprobarse este artículo, que sustituye al principio de la alternancia cada cinco años entre paraguayos y argentinos en la Dirección Ejecutiva de la EBY, será el director argentino el que trate con la Compañía Administradora del Mercado Argentino (Cammesa) y Emprendimientos Binacionales SA (Ebisa) todo lo relacionado a la comercialización de la energía de Yacyretá.
En abril, solo el 0,96% del total
En mayo último, la ANDE, consolidando la tendencia a la baja de su aprovechamiento de la producción de Yacyretá que inició en abril de 2017, retiró de la central solo 0,96% del total generado.
En los cinco primeros meses de este año, el mercado paraguayo consumió el apenas 2,4% de la producción acumulada en la hidroeléctrica binacional.
Mísero reajuste
En la pregunta 11 del cuestionario del Senado a Loizaga, de quien se supo que apenas regresó al país procedente de Washington, comenzó a prepararse para enfrentar el interrogatorio, se lee lo siguiente: “Diga el interpelado: por qué, al reverse el Anexo C en el Acuerdo Macri-Cartes, se estableció un mísero reajuste de 20% en la compensación por la cesión de la energía, cuando lo normal es que la energía paraguaya de Yacyretá, cuando sea exportada a la Argentina, lo sea al precio de mercado, como lo hacen regularmente el Uruguay y el Brasil”.
ABC publicaba el último viernes el canciller comenzó a prepararse y que con esa intención “mantuvo toda la mañana una reunión reservada con el director de la EBY, Ángel María Recalde, otro de los negociadores sobre Yacyretá.
Según cálculos oficiales, valor unitario de la compensación por cesión de energía, de 2.998 US$/GWh asciende a US$ 3598 US$/GWh.
Apuntaban también que en diciembre de 2016, esos 2998 US$/GWh, más la fórmula de ajuste implicaba 8.700 US$/GWh (US$ 8,7/MWh) y que en enero de 2017, con los US$ 3598 US$/GW, más la fórmula de ajustes “conquistados” por los negociadores paraguayos, liderados entonces por el jefe de Gabinete del presidente Cartes, Juan Carlos López Moreira, alcanzaba US$ 10.457 UASD/GWh (US$ 10,5/MWh).
En la región, específicamente en Brasil, Uruguay y Argentina, según datos divulgados en Uruguay, el MWh en el sector industrial, en media tensión, se cotiza en US$ 125, 140 y 102 respectivamente. En tanto que el MWh residencial, se vende por US$ 206, 302 y 144.
En la pregunta N° 8 al canciller se lee lo siguiente: “Diga el interpelado: sin en función a lo establecido en el artículo XIII, numeral 1 (la energía producida por el aprovechamiento hidroeléctrico a que se refiere el articulo I será dividida en partes iguales entre los dos países, siendo reconocido a cada uno de ellos el derecho preferente de adquisición de la energía que no sea utilizada por el otro país para su propio consumo), el Paraguay puede, o no, exportar libremente su energía a terceros países y cómo explica que el Paraguay no lo haga, mientras que la Argentina reiteradamente lo hace, según publicaciones...”.