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Karsten Friedrichsen, cónsul honorario de Alemania en Ciudad del Este, asegura que Paraguay no brinda seguridad jurídica a inversionistas alemanes que se instalan en el país.
Friedrichsen sostiene que los inversionistas se encuentran indefensos cuando son víctimas de atropellos.
El cónsul honorario de Alemania afirma que “no se tienen garantías de convivencia sana en una sociedad donde la corrupción es un problema muy grave”.
Karsten Friedrichsen denuncia la inacción de las instituciones del Estado para salvaguardar la propiedad de la familia Kaufmann Reymann, localizada en el distrito de Mayor Otaño.
La familia alemana es propietaria legítima de un lote de 1.026 hectáreas, identificada con el número de padrón 2170, en Itapúa.
El cónsul honorario menciona que la Policía Nacional no cumple la orden de restitución inmediata de propiedad dictada por la jueza Julia Alonso, de Asunción.
Explica que en la mañana del pasado 10 de agosto, un grupo de hombres fuertemente armados ingresó en la propiedad de la familia Kaufmann Reymann.
Así también, el cónsul honorario señala que los abogados César Alvarenga y Nelson Fretes dicen que el inmueble pertenece a la firma Barcos SA.
El equipo de abogados brinda el soporte necesario para que hombres armados ocupen 500 hectáreas de la propiedad de los Kaufmann.
La ocupación se traduce en el ingreso ilegal de maquinaria agrícola para sembrar. “En la tarde del miércoles terminaron la siembra de 500 hectáreas de soja”.
“Esa misma noche –siguió diciendo– hicieron una fiesta en la casa del intendente de Mayor Otaño para festejar”.
El cónsul honorario agrega a su relato que “desde el 10 de agosto último la propiedad de los Kaufmann se encuentra ocupada por la fuerza”.
Efectivos de la comisaría de Mayor Otaño, a cargo del comisario Aldo Aquino, escoltaron con patrulleras el movimiento de maquinaria agrícola dentro de la propiedad invadida de la familia alemana.
Consecuencias en el nombre de Paraguay
Karsten Friedrichsen advierte que “la comunidad internacional no está ajena a los problemas que reinan en Paraguay”.
A modo de ejemplo de las consecuencias que genera la falta de seguridad jurídica menciona que Paraguay perdió cinco puestos en el ranking mundial que mide el clima de negocios en los países.
Sobre el punto dijo que “El Banco Mundial redujo la puntuación del clima de negocios en Paraguay para el próximo año. Bajó la posición del país desde el lugar 108 al 113 para el 2019, entre un total de 190 países”.
La falta de seguridad jurídica, en su opinión, se traduce en una mala percepción internacional para invertir en el Paraguay.
“Peor aún cuando vemos aberraciones similares a las que enfrenta la familia Kaufmann Reymann”.
“Resulta intolerable que hombres armados ingresen en una propiedad sin que la Policía Nacional tome intervención a pesar de recibir un mandato judicial”.
Aparece la firma de un muerto
Los abogados César Alvarenga y Nelson Fretes presentan un título de propiedad donde figura el nombre de la firma Barco SA como supuesta propietaria de las 500 hectáreas donde se instalaron los hombres armados.
El título de propiedad de Barco SA tiene como parte de su origen una transferencia realizada el 2 de octubre de 2003 por Plinio Kleeman en favor de Luis Sebastián González.
La escritura de compraventa fue realizada por la escribana Graciela Villamayor de Florentín.
Plinio Kleeman murió el 6 de diciembre de 1997, según certificado de defunción número 938934 expedido por la Dirección General del Registro Civil.
Plinio Kleeman llevaba seis años muerto cuando aparece su firma en la transferencia de la escribana Graciela Villamayor de Florentín. “Con la firma de un muerto se atropella una propiedad privada legítima y este es el momento en que las instituciones del Paraguay toleran una invasión armada”, dijo la fuente al dar más detalles del caso.
Apoyo logístico
Por si fuera poco, el intendente de Mayor Otaño, Pedro Chávez Rodríguez (ANR), realiza frecuentes visitas a la propiedad invadida y brinda soporte logístico al grupo armado, de acuerdo a los datos aportados.
El intendente de Otaño es propietario de un inmueble que linda con la tierra de los Kaufmann y toda la logística se moviliza a través de su propiedad.
Incluso, los informes indican que ya hay una hipoteca, a partir de un préstamo de 1,3 millones de dólares dado a los invasores.
El tema es que ahora quieren cobrar la deuda a los Kaufmann.
roque@abc.com.py