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La firma Los Molinos SA esta integrada por empresas de capital holandés.
El 11 de abril de 2008, la empresa compró 60.000 hectáreas de tierra en la zona de Agua Dulce, Alto Paraguay.
Se pagó por el inmueble ocho millones de dólares.
El 25 de junio de 2008 comenzó el juicio de mensura; el proceso concluyó el 19 de febrero de 2009.
La inscripción en la Dirección General del Registro de la Propiedad se realizó el 11 de diciembre de 2009.
El trabajo de mensura fue realizado por el licenciado Jesús García Fernández, quien recibió a cambio 88 millones de guaraníes.
El abogado Leopoldo Elizeche Torreani, actual asesor jurídico de la Entidad Binacional Yacyretá, intervino en representación de Los Molinos; cobró 41.000 dólares.
Hasta aquí todo normal: el perito y el abogado cobraron por su trabajo profesional, según consta en facturas.
Un segundo juicio de mensura
El 5 de agosto de 2010 se inicia un segundo juicio de mensura sobre el inmueble de Los Molinos SA, sin participación de la firma.
La segunda acción en el ámbito civil fue iniciada por el abogado Leopoldo Elizeche Torreani, siendo su representante jurídico el abogado Vidal Molinas Cabello.
El 9 de abril de 2015 finaliza el segundo juicio con una sentencia de mensura firmada por la jueza Julia Alonso.
Aquí viene la primera pregunta: ¿para qué un segundo juicio de mensura sobre un inmueble ya inscripto y con sentencia firme del año 2009?
La propiedad de Los Molinos SA no tuvo ninguna modificación ni desprendimiento alguno; seguía tal cuál fue comprado en abril de 2008.
A lo largo del segundo juicio, la firma holandesa no tuvo injerencia ni notificación que permitiera conocer el desarrollo del proceso.
El abogado Leopoldo Elizeche Torreani, con poderes revocados por Los Molinos SA, se presenta ante la jueza Julia Alonso y pide continuar con el juicio de mensura presentado por segunda vez.
Las facturas firmadas por Elizeche Torreani permiten comprobar que ya cobró todos sus honorarios en el primer juicio de mensura.
Regulación de honorarios
El siguiente paso fue pedir regulación de honorarios por un segundo juicio de mensura que la propietaria no pidió: el abogado Vidal Molinas Cabello, en representación de Jesús García Fernández y Leopoldo Elizeche Torreani, solicitó el pago por trabajos profesionales.
No está de más recordar que ambos profesionales ya cobraron sus respectivos honorarios en el primer juicio.
La segunda pregunta: ¿por qué quedó abierto un segundo juicio de mensura?
La respuesta probable: para reclamar un nuevo pago de honorarios.
Las facturas reflejan que Jesús García Fernández y Leopoldo Elizeche Torreani cobraron sus honorarios, por lo tanto, no tienen nada que reclamar.
La jueza Julia Alonso, de Asunción, admite la regulación de honorarios y ordena una tasación del inmueble y las mejoras.
El trabajo fue realizado por la licenciada Dominga Resquín de Person.
El inmueble se compró en abril de 2008, prácticamente sin mejoras, salvo unas pocas hectáreas de pasturas e infraestructura menor.
La jueza Alonso ordenó la tasación seis años después, cuando Los Molinos realizó inversiones importantes en el inmueble.
Obviamente, el resultado de la tasación reflejó una situación muy diferente seis años después de la compra, cuando era un terreno pelado.
La licenciada Dominga Resquín de Person tasó el inmueble y las mejoras en 44 millones de dólares.
La tierra salió más barata
En abril de 2008, la empresa holandesa pagó ocho millones de dólares por la compra de 60.000 hectáreas.
Tenemos un juicio de mensura donde Elizeche Torreani y García Fernández piden la regulación de honorarios ya cobrados.
Sin intervención de la empresa propietaria, los honorarios fueron regulados de inmediato por la jueza Julia Alonso, quien también ordenó el embargo de todos los bienes de la firma holandesa.
La jueza Alonso ordenó a Los Molinos SA realizar el siguiente pago: Leopoldo Elizeche Torreani, 4.892.000 dólares; Jesús García Fernández, 1.865.293 dólares; Dominga Resquín de Person, 652.850 dólares; Vidal Molinas Cabello, 230.505 dólares.
En total, los inversionistas holandeses fueron condenados a pagar casi ocho millones de dólares; prácticamente el mismo precio que pagaron por la tierra.
René Klein, quien ocupó el cargo de cónsul honorario de Holanda en Paraguay, confirmó que los antecedentes del caso fueron remitidos a Ámsterdam.
Al respecto dijo: “Existe preocupación en la Cancillería y se está siguiendo muy de cerca el caso. Hay inversionistas holandeses que podrían ser objeto de una estafa”.
Intentamos sin éxito comunicarnos con Leopoldo Elizeche Torreani llamando al 0981 terminación 674.
Absurdo hasta el extremo: una mensura con el mismo precio de la tierra.
roque@abc.com.py