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La Cámara de Diputados tiene la responsabilidad de aprobar o rechazar el proyecto de ley que crea “el área silvestre protegida con categoría manejo paisaje protegido a la cuenca del río Yhaguy”.
El disparatado proyecto fue aprobado por la Cámara de Senadores el pasado 28 de junio.
El nivel de absurdo es coherente con los proyectistas de la ley, los entonces senadores Luis Alberto Wagner y Jorge Oviedo Matto.
Ahora, son los diputados quienes deberán enmendar el error o bien ratificar que en el Congreso Nacional tiene cabida cualquier proyecto por alocado que sea.
El proyecto de ley dispone la creación de un área silvestre protegida en “la zona que abarca desde las nacientes, el cuerpo de agua principal hasta la desembocadura del río Yhaguy al río Manduvirá y sus divisorias de cuencas”.
“Tanto aguas arriba como aguas abajo del río Yhaguy abarcará 100 metros como mínimo en ambas márgenes del referido río”, según prevé la propuesta.
El proyecto de ley no tiene forma de adecuarse a nuestra legislación ambiental, por eso los proyectistas recurrieron a la figura de “paisaje protegido”.
Estamos hablando de un “paisaje” de 200 kilómetros de largo que atraviesa ocho municipios de la Cordillera.
En defensa del proyecto
Secundina Sosa, dirigente de la ciudad de Primero de Marzo, defiende con pasión el proyecto de ley.
Los argumentos de la señora Secundina giran en torno a las actividades de la arrocera Piripucu SA.
La firma cultiva 700 hectáreas de arroz en las cercanías del Yhaguy. El inmueble se encuentra ubicado en el límite de los distritos de San José Obrero y Primero de Marzo, Cordillera.
Los argumentos son los siguientes:
1. Piripucu, al construir un puente sobre el Yhaguy, dejó sin playa para veranear a Primero de Marzo.
2. El candado que se puso en el portón de acceso cierra el camino a los pescadores.
3. Se instaló un alambrado en la misma orilla del río, violando la ley.
4. Se construyó un camino en medio del campo comunal, sin alcantarillas.
5. Se realiza fumigación área, poniendo en peligro a la población, sobre todo a los niños, sin permiso de Senave.
6. Se instaló una bomba de succión en el río, sin permiso del Ministerio del Ambiente.
7. Disminuyeron los peces en el río desde que está la bomba de succión.
8. La gente ya no puede pasearse por la orilla porque está el alambrado.
Con estos argumentos, el Congreso Nacional podría establecer una ley para crear “un paisaje” de 200 kilómetros de largo, sobre ocho municipios.
Si no fuera por sus implicancias, hasta resulta divertido escuchar la defensa del proyecto de ley.
roque@abc.com.py