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En líneas generales, el índice de morosidad bancaria viene incrementándose de forma sostenida desde diciembre de 2014.
En lo que respecta a la cartera de consumo, el sector privado registra una mayor cantidad de morosos. El índice promedio de morosidad de bancos privados de plaza aumentó de 5,44% (en junio) a 5,73%, en el último mes. Mientras que del BNF, la morosidad de la cartera de consumo fue apenas del 1,39%. Llamativamente, el BNF tiene una morosidad menor en este rubro, a pesar de que fue el sector al que más recursos destinó durante el periodo de referencia.
La desaceleración de la actividad económica y el incremento del dólar son algunas de las causas que incidieron en el retraso de los clientes para honrar sus compromisos de deuda.
De acuerdo con datos del BCP, la morosidad de la cartera de comercio al por menor en bancos privados del sistema registró una leve mejora: el índice bajó de 3,87% en junio a 3,26% en julio último. Mientras que en el Banco Nacional de Fomento (BNF) el índice se mantiene aún en un nivel muy elevado, en 23,35%, y es actualmente el segmento que registra mayores atrasos en la cartera de créditos de la entidad estatal.
El retraso de los clientes en el pago de sus compromisos obedece principalmente a la merma de las ventas en gran parte del país, principalmente en el comercio fronterizo. Con la caída comercial también se vieron afectadas la importación de varios rubros de la canasta.