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De todos los países latinoamericanos, Paraguay y Perú son los únicos que permiten aún el ingreso de vehículos usados con más de 5 años de antigüedad. Estos rodados son originarios de Japón y Estados Unidos e ingresan vía Iquique, Chile. Si bien la dinámica de las importaciones de autos se mantuvo con variaciones negativas (-21%) respecto a años anteriores, la venta despegó apenas entró el 2013, con una recuperación del 44%, tras arrastrar rendimientos negativos durante el 2012. Esta reacción de los consumidores se debe, según analistas, a mejores expectativas económicas y a la depreciación del dólar.