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Nuestro diario constató ayer que parte de la delgada capa asfáltica en la zona de Artigas y General Santos se hundió. Hace apenas dos semanas el consorcio Asupar, integrado por Proel Ingeniería y Bor Com SA, terminó de instalar 110 metros de alcantarillado sanitario.
El asfalto resquebrajado en tan poco tiempo de uso –se habilitó el pasado 7 de abril– es una muestra de que los trabajos fueron realizados de forma chapucera. Ni bien cayó una copiosa lluvia, el piso se hundió.
No solo el hundimiento del asfalto es el problema en el sitio. Se le suma la vereda que había sido destruida para la instalación de los caños. En 15 días el consorcio ni siquiera reparó los pisos.
Ayer, cerca del mediodía, varios obreros parecían trabajar en la zona. La semana pasada también estaban en el mismo sitio, pero la vereda sigue llena de escombros y sin ser arreglada. Fernando Maioli, uno de los representantes del consorcio había dicho que “la vereda no era muy utilizada”.
Este mismo consorcio debía iniciar hace ocho días la segunda etapa del proyecto, específicamente en la zona de la Escuela República de Cuba, pero ante la falta de coordinación con la Municipalidad de la capital para el desvío de vehículos no se comenzó hasta ahora.
Detalles del proyecto
El proyecto de construcción de alcantarillado sanitario de US$ 3 millones tiene como fin suprimir dos bocas de descarga de efluentes cloacales a la Bahía. Las obras fueron adjudicadas a tres consorcios. El Lote 1 había sido adjudicado al Consorcio Asupar, integrado por Proel Ingeniería y Bor Com SA, por G. 3.164 millones; el Lote 2 al consorcio Gaba, compuesto por la Compañía Integral de Construcciones y Julio Galiano; con G. 4.021 millones; y el Lote 3, integrado por M & T y MM SA, de Julio Mendoza y Jorge Moreno Mereles, por G. 4.151 millones.