Se complica el tráfico por la avenida Ñu Guasu en Luque, cerca de la CSF

Pese a que es tiempo de vacaciones y disminuye notoriamente el tráfico en Asunción y alrededores, todas las tardes, en horas pico, se forman largas colas en la zona de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF). Son vehículos que regresan desde Asunción hacia Luque por la Avda. Ñu Guasu y se topan allí con una barrera que les obliga a desviar hacia la Avda. Gral. Aquino, donde hay un semáforo.

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La polémica avenida Ñu Guasu, que a la entrada a Luque termina, “aunque usted no lo crea”, en una serie de barreras metálicas y de concreto, sigue dando que hablar, ya que al anterior reclamo de los vecinos que viven hacia detrás del hotel Bourbon, que quedaron prácticamente encerrados al clausurarse la avenida Sudamericana, que cruza la nueva vía, se suma ahora el de los conductores que deben esperar largos minutos, en colas de hasta 400 metros o más, para poder acceder a la avenida Gral Aquino, donde hay un semáforo, ya bajo jurisdicción de la municipalidad luqueña.

Es que los carriles de Ñu Guasu que corresponden al tráfico de oeste a este terminan abruptamente en ese lugar, donde una segunda barrera metálica los corta (la primera barrera metálica cierra la Avda. Sudamericana).

Como si ya no fuera suficiente con esos dos obstáculos colocados por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), ahora la Municipalidad de Luque ha procedido a desplegar otro (ver imagen) para cerrar el acceso a los vehículos que vienen del centro de esa ciudad por Gral. Aquino y que antes podían doblar en el semáforo hacia la derecha para recorrer unos 100 metros por una parte de la Avda. Sudamericana y tomar luego Ñu Guasu.

Algunos conductores que circulan habitualmente por esa área opinaron que el MOPC o la municipalidad debería optar por poner un semáforo en la esquina del Bourbon y retirar todas las barreras para liberar todos los accesos, porque consideran inadmisible construir una nueva vía para cerrarla luego por todas partes.

Se lavan las manos

En la Municipalidad de Luque dijeron que ellos no pueden hacer nada, pues Ñu Guasu es responsabilidad directa del Ministerio de Obras, por lo que ellos carecen de potestad para colocar un semáforo allí.

En cuanto a la barrera de concreto, el director de Tránsito, Lic. Luis Candia, alegó que el cierre de los diversos giros se hizo a pedido de la propia ciudadanía.

Añadió que justamente hoy harán los trabajos de señalización, indicando las prohibiciones para girar y también dónde se puede retomar para dirigirse, por ejemplo, a la zona del aeropuerto.

Candia no descartó la posibilidad de un semáforo sobre Ñu Guasu, pero sostuvo que la gente quiere una circulación rápida. Contó que se comunicaron con la gente del MOPC y estos alegaron que recién en junio retomarían las obras en el lugar.

Candia relató también que el sábado pasado un agente de tránsito luqueño sufrió un accidente en el lugar provocado por un conductor.

Un diseño lamentable

La mayoría de los males de la avenida Ñu Guasu es atribuida por el propio Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) al diseño inicial, que estuvo a cargo del consorcio OTING, que fue adjudicado en el 2009 para diseñar la Ruta III y Ñu Guasu, por un contrato de G. 3.773.588.500, según datos dados en su momento por el director de Vialidad, Ing. Ignacio Gómez. En ambos proyectos diseñados por OTING existe la lamentable coincidencia de que sus múltiples defectos obligaron a elevar el presupuesto para las obras. El consorcio OTING está integrado por las empresas OTEC e INGSER, y figuran como sus representantes dos personas, Julio Álvarez y Consorcia Unzaín.

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