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Mientras la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) les cobra cánones irrisorios a los concesionarios de los puertos, sus funcionarios perciben salarios sumamente generosos.
En un listado proveído por uno de los sindicatos de la institución se detallan los ingresos que perciban asesores, sindicalistas y hasta choferes de la ANNP. El listado, según nuestras fuentes, está actualizado y por esta razón guarda algunas diferencias con respecto a lo que figura en la nómina oficial de funcionarios en la página web de la institución.
Santiago Morán, quien figura como “asesor”, se embolsa mensualmente la suma de G. 26.039.200, aunque en la página web de la entidad estatal figura la tampoco nada despreciable suma de G. 15.173.744.
El expresidente del Tribunal Electoral Partidario de la ANR, Blas Ramón Chamorro Añazco, es otra persona que aparece como “asesor” de la presidencia y percibe mensualmente G. 15.340.000. Respecto a él, las fuentes manifiestan que nunca se presenta a trabajar, bajo la excusa de que es un “asesor externo”.
Antes de las elecciones de la Junta de Gobierno del año pasado, Chamorro Añazco ya era asesor de la ANNP, pero percibía una salario de alrededor de G. 7.000.000, como en su momento se cuestionó, en referencia al cobro de haberes en una institución pública mientras se dedicaba en exclusividad a sus labores para la ANR.
El considerable incremento salarial con que se le benefició después de esas elecciones, que tuvieron lugar en julio del año pasado, fue una suerte de “premio” que le hizo el partido, según las fuentes. Tampoco los mandos medios se quedan atrás en la ANNP. Un chofer gana más de G. 5.000.000, como es el caso de Óscar Alberto Giménez Arévalos. Una cifra muy similar perciben funcionarios que desde hace tiempo se encuentran “a disposición” (sin funciones específicas), como es el caso de Alberto Aulario Ramos Acosta, Samuel Onésimo Sánchez Caballero y Juan Newton Ayala Álvarez.
Contrato de la vergüenza
Mientras tanto, pese a las irregularidades denunciadas en torno a la entrega en usufructo del Puerto de Villeta, el directorio de la ANNP se resiste a rescindir el contrato en cuestión.
El referido puerto situado sobre el río Paraguay se encuentra en manos de la empresa argentina PTP y la paraguaya Gregser, esta última una empresa fantasma.
Lo grave del caso es que PTP-Gregser tiene la explotación del puerto por 20 años, mientras paga un canon irrisorio de US$ 5.000 por mes, y algunos meses no paga. Tampoco hace las inversiones comprometidas.