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El poblador Isidro Morel refirió que con la ampliación de la ruta, el puesto de báscula y la caseta de la Policía Caminera quedarán a solo unos tres metros de los límites de las propiedades. Añadió que esta situación constituirá un peligro para los estudiantes que asisten a la escuela y colegio público San Antonio de Padua. Además, en horas de la noche es imposible dormir para los vecinos, porque los camiones que exceden el peso máximo de transporte deben descargar en el lugar, para alivianar al peso, lo que genera mucho ruido.
Los afectados presentaron primeramente una nota a Tape Porã, exigiendo que se mude la báscula, haciendo constar que el pedido obedece justamente a que a menos de 50 metros de ahí está el centro educativo adonde acuden diariamente unos 150 niños y adolescentes.
En el caso que no sea factible mudar el puesto de pesaje, exigieron mejoras como construcción de camineros hormigonado para los estudiantes, el cambio de varias columnas de karanda’y por hormigonados, cambios de cables de aluminio por forrados, ayuda para la escuela, iluminación y que no se hagan más descargas en el sitio de camiones que exceden el peso límite.
Posición de la empresa
Representantes de Tape Porâ habían informado que sería muy difícil mudar el puesto de pesaje porque su ubicación fue impuesta por el Ministerios de Obras Públicas. En contrapartida, habrían prometido cumplir la mayoría de las exigencias, pero al final los vecinos cambiaron de opinión.
El director del Colegio San Antonio de Padua, Edgar Legal, comentó que ya se había llegado a un acuerdo con la empresa Tape Porã, pero el cambio de parecer de los pobladores impidió llegar a un acuerdo final.
Refirió que diariamente acuden unos 150 estudiantes en la institución quienes estarían seguros con el acuerdo que se quedó con la empresa concesionaria que consistía en tomar varias medidas de seguridad.
Legal añadió que el conflicto ya es con los vecinos porque con el colegio ya se tiene solucionada la preocupación que tenían.
ABC fue hasta el lugar y constató que los trabajos se están realizando a metros de la Escuela y Colegio San Antonio de Padua, y en horas de la entrada y salida, los niños recorren a pocos metros de la obra, donde operan las maquinarias pesadas.