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“No es tampoco beneficencia, no es filantropía, o sea, no es solo dar el cheque y que esto se convierta en un ‘gasto’ para la empresa. La responsabilidad social empresarial es comprometerse con la sustentabilidad, incorporando esto a la visión, misión y valores, y desde ahí transferir a toda la gestión de la empresa en sus diferentes gerencias y permear hacia todos las partes interesadas y ejes que intervienen en su actividad”, afirmó ayer en el Sheraton Asunción, en el congreso que continúa hoy.
Por ello se refirió al lema de este año, que es “Transformar para trascender”. “Queremos poner énfasis en la necesidad que tienen nuestras empresas de transformarse bajo el paraguas de la sustentabilidad, creando un equilibrio en la triple línea de valor: económico, social y ambiental, que les permita seguir siendo exitosos en el tiempo, o sea transcender”, manifestó.
Resaltó que en la actualidad existe un consumidor y un mercado mucho más exigente donde ser una empresa con responsabilidad social es un diferenciador y una ventaja competitiva. “Incide en la percepción que impacta en la reputación, es un factor para motivar a las nuevas generaciones de profesionales para atraer y retener a colaboradores, socios inversionistas, fidelizar a clientes o usuarios, mantener la motivación, compromiso y productividad de los colaboradores directos, y conservar las buenas relaciones con empresas, gobiernos, proveedores, organizaciones, clientes, medios de comunicación y la comunidad donde opera”, añadió Cosp.
Asimismo, en el día de la apertura, a través de un video, el managing partner de GovernArt Chile, Germán Heufemann, explicó por qué la sustentabilidad agrega valor a la empresa, advirtiendo que el retorno de las acciones que se hagan en ese aspecto, se ven en promedio recién al cuarto año.
Sugirió que una de las motivaciones para los esfuerzos dentro de las organizaciones sea que las compensaciones que los ejecutivos seniors reciban estén basadas en los resultados de la sustentabilidad.