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La nombrada titular interina de Petropar es responsable directa, no solamente del negociado de las garrafas, sino de otros millonarios procesos licitatorios que llamativamente lideraba con mucho interés.
Como gerente general del ente, Catherine Vargas se encargaba de supervisar todo el programa anual de contrataciones de la entidad, que se trata justamente de las más jugosas compras del Estado paraguayo.
Ella se encargaba de concederles el visto bueno a los procesos, para que el presidente de la petrolera estatal estampe su firma. Esto quiere decir que Vargas es tan responsable como el propio destituido Rómulo Alfredo Campos Krauer en la casi concretada adquisición de garrafas de gas a un precio sobrefacturado en prácticamente 100% con relación a la cotización de mercado.
Este proceso que abortó el presidente Horacio Cartes se relaciona a la licitación pública internacional Nº 8/16 para la adquisición de garrafas (ID: 305.065), en donde la propia Petropar fijó un tope máximo de cotización de US$ 10 millones para las 200.000 garrafas que pretendían adquirir, cuando el precio de mercado era la mitad. Y Catherine Vargas, la hoy nombrada presidenta, sabía desde un principio de este proceso así como de todas las especificaciones técnicas y de la abultada tarifa que iban a abonar en perjuicio de Petropar.
Ranking de licitaciones
Entre 2015 y lo que va de este año Catherine Vargas lideró 28 licitaciones, por un total de G. 58.040.201.113, de los cuales varios de ellos fueron muy cuestionados por la prensa, porque se trataban de absurdas e innecesarias adquisiciones y en otros casos en abierto direccionamiento a favor de algunos oferentes, entre otros vicios muy conocidos en la entidad.
Específicamente, con relación a las licitaciones relacionadas al gas licuado de petróleo (GLP), la mayoría de ellas fueron sobrevaluadas y con montos siderales.
En cuanto a otros procesos licitatorios se le había cuestionado mucho a la gerente general, hoy titular del ente, el proceso para la “contratación de firma especializada para el apoyo en la gestión de recursos humanos”, en el que gastaron más de G. 16.000 millones, para que una empresa ajena a Petropar “le seleccione el personal”, entre otros varios casos.
Vargas también se autoasignó un fuerte incremento salarial el año pasado, además de autopremiarse en diciembre último, con alrededor de G. 77.516.277, y viajar por el mundo sin beneficios conocidos para la ciudadanía, que le solventa sus numerosos viajes.
Gobierno y corrupción
El escándalo de la sobrefacturación del 100% en los precios de las garrafas que Petropar estuvo a punto de adquirir, evidencia que este gobierno se acerca mucho a la corrupción de los anteriores, con los mismos vicios y mañas. La ciudadanía sigue esperando el cambio de rumbo en las instituciones públicas más cuestionadas por los robos al Estado paraguayo.