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La Dirección Nacional de Aduanas sigue tratando de "enfriar" el tema, con el objetivo de mantener el bien estructurado esquema de evasión que funciona en la terminal aérea. En los documentos de despachos que estaban junto a la carga que fue retenida por agentes de Delitos Económicos y Financieros de la Policía Nacional, el día 16 de junio de 2006, no figuraban las cuatro cajas que contenían los relojes.
El camión y toda la carga después fueron decomisados por el fiscal Luis Muniagurria Szarán, al detectar el hecho de contrabando. Había varias cargas que no fueron declaradas, con lo cual se confirma el ingreso en frió de las mercaderías.
En las cuatro cajas fueron encontrados un total de 1.422 relojes, diferentes modelos, pero de la afamada marca "Citizen". Son relojes originales cuyos costos oscilan entre los 200 y 400 dólares cada uno en la fábrica, de acuerdo a los datos obtenidos.
Atendiendo a estos datos, el monto de dichas mercaderías supera los 400 mil dólares, por los cuales no fueron abonados los impuestos correspondientes.
La carga habría sido ingresada para la firma Leordan S.R.L. Pero los relojes fueron adquiridos y remitidos al Paraguay por la firma Montres Impor. Export. de la Argentina, cuyos principales directivos son Silvio Rosember y Martín Lieban.
Atendiendo a los datos las cargas primeramente son traídas al Uruguay. De allí son llevados nuevamente a Miami (EE.UU.) para después ser embarcados en aviones cargueros que vienen hasta el aeropuerto Guaraní, ubicado en el Km. 26 de la Ruta VII, en el municipio de Minga Guazú.
Todo este itinerario es realizado para despistar y evitar el pago de los tributos correspondientes, de acuerdo a los datos. Todo esto funciona mediante la complicidad de los funcionarios aduaneros, muy allegados a la titular de la institución recaudadora estatal, Margarita Díaz de Vivar.
Estos datos ya están en poder del fiscal de la causa, Luis Muniagurria, quien aseguró que llevará las investigaciones hasta el final para que sea debidamente aclarado y que los responsables sean castigados como lo dispone la legislación penal de nuestro país.
Mientras, en la Dirección Nacional de Aduana existe "silencio" sobre el caso. Aún no se hicieron las liquidaciones para conocer con precisión el monto evadido, y lo que se debe abonar teniendo en cuenta las multas. Una situación similar existe de parte de la Subsecretaría de Tributación, donde existen antecedentes donde evasores fueron blanqueados.
El objetivo sería "enfriar" el tema sobre el esquema de evasión que funciona en el aeropuerto Guaraní, que estaría funcionando con la anuencia de la propia titular de Aduanas, Margarita Díaz de Vivar. Actualmente, son muy pocos los importadores que están utilizando la terminal aérea para traer sus cargas. Esto debido a que esperan que todo el esquema vuelva a funcionar para operar nuevamente.
El camión y toda la carga después fueron decomisados por el fiscal Luis Muniagurria Szarán, al detectar el hecho de contrabando. Había varias cargas que no fueron declaradas, con lo cual se confirma el ingreso en frió de las mercaderías.
En las cuatro cajas fueron encontrados un total de 1.422 relojes, diferentes modelos, pero de la afamada marca "Citizen". Son relojes originales cuyos costos oscilan entre los 200 y 400 dólares cada uno en la fábrica, de acuerdo a los datos obtenidos.
Atendiendo a estos datos, el monto de dichas mercaderías supera los 400 mil dólares, por los cuales no fueron abonados los impuestos correspondientes.
La carga habría sido ingresada para la firma Leordan S.R.L. Pero los relojes fueron adquiridos y remitidos al Paraguay por la firma Montres Impor. Export. de la Argentina, cuyos principales directivos son Silvio Rosember y Martín Lieban.
Atendiendo a los datos las cargas primeramente son traídas al Uruguay. De allí son llevados nuevamente a Miami (EE.UU.) para después ser embarcados en aviones cargueros que vienen hasta el aeropuerto Guaraní, ubicado en el Km. 26 de la Ruta VII, en el municipio de Minga Guazú.
Todo este itinerario es realizado para despistar y evitar el pago de los tributos correspondientes, de acuerdo a los datos. Todo esto funciona mediante la complicidad de los funcionarios aduaneros, muy allegados a la titular de la institución recaudadora estatal, Margarita Díaz de Vivar.
Estos datos ya están en poder del fiscal de la causa, Luis Muniagurria, quien aseguró que llevará las investigaciones hasta el final para que sea debidamente aclarado y que los responsables sean castigados como lo dispone la legislación penal de nuestro país.
Mientras, en la Dirección Nacional de Aduana existe "silencio" sobre el caso. Aún no se hicieron las liquidaciones para conocer con precisión el monto evadido, y lo que se debe abonar teniendo en cuenta las multas. Una situación similar existe de parte de la Subsecretaría de Tributación, donde existen antecedentes donde evasores fueron blanqueados.
El objetivo sería "enfriar" el tema sobre el esquema de evasión que funciona en el aeropuerto Guaraní, que estaría funcionando con la anuencia de la propia titular de Aduanas, Margarita Díaz de Vivar. Actualmente, son muy pocos los importadores que están utilizando la terminal aérea para traer sus cargas. Esto debido a que esperan que todo el esquema vuelva a funcionar para operar nuevamente.