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El 18 de marzo del año pasado –hace casi un año– la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), presidida por Osmar Ludovico Sarubbi, anunciaba una reingeniería en los registros cloacales para evitar hundimientos.
En una gacetilla enviada por la estatal se explicaba que “los registros serán de losa de hormigón con la tapa de hierro triangular”. Se instalarían en principio en las zonas donde se deterioran con mayor frecuencia.
“Son tenidos en cuenta como prioridad los puntos críticos en los cuales se tienen mayor índice de colapsos y destrucción total o parcial de la estructura de los registros, en especial en los tramos en donde se encuentran los colectores principales. A medida que avanza el tiempo de evaluación del plan piloto, las instalaciones se extenderán en Asunción y el área metropolitana”, señalaba la gacetilla enviada por la estatal a mediados del mes de marzo del año pasado.
Con estas innovaciones –proseguía– la Essap buscará disminuir los colapsos continuos de los registros cloacales tanto en Asunción como en el área metropolitana, situación presentada luego de las grandes lluvias que generan violentos raudales.
Ayer informaron en la empresa del Estado que solo diez registros se cambiaron, de los más de 300 que posee en alrededor de 60 barrios de la capital.
No existe una sola calle en los barrios que tienen el servicio de alcantarillado sanitario donde los registros estén en excelentes condiciones. Todos están deteriorados, algunos sin tapa y otros con enormes cráteres en los que pueden caer coches. También puede provocar la pérdida del control del rodado hasta al conductor más experimentado. Uno de los registros colapsados se encuentra sobre la avenida Artigas, a escasos metros de la calle Juan de Salazar.
En toda la extensión de la avenida Molas López se pueden ver otros registros cloacales que están socavados. Se convertirán en enormes cráteres si no son reparados inmediatamente.
El microcentro de Asunción tampoco escapa del problema. En numerosas esquinas se pueden observar elevaciones o hundimientos y asfaltos deteriorados alrededor de los registros cloacales sin tapas.
Debido a las obstrucciones de estos registros las calles se inundan de efluentes residuales.
Nuevas obras están igual
Tampoco se escapan al deterioro rápido de los registros cloacales las nuevas obras de alcantarillado que viene ejecutando la empresa del Estado.
En todo el recorrido de la avenida Aviadores del Chaco se pueden observar varios registros que parecen rampas, otros hundidos y ni siquiera están en uso aún. Inclusive, el año pasado, en dos oportunidades el asfalto se hundió bajo el peso de dos camiones que circulaban por el lugar. Luego de estos eventos los directores destituidos hace poco (Guillermo Fanego y Evelio López) exigieron a la contratista Cuenca Este, representado por Óscar Rubiani y José Heisecke, a realizar pruebas hidráulicos a fin de asegurar el funcionamiento del sistema.