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Como Senadores es la Cámara en la que se originó el plan, sus integrantes tienen todo el tiempo necesario para realizar un análisis más profundo, visto que hay posiciones encontradas acerca de unos seis artículos.
Esta situación permite pronosticar que aún no será aprobada la reforma de la Ley 861/96.
Según especialistas en temas financieros, en la reforma de la Ley de Bancos deben tener mayor previsibilidad los ajustes y gradualidad en su implementación debido al impacto que pueda tener en el crédito un aumento de capital.
Ven también que la introducción de estándares internacionales debe reconocer las particularidades o limitaciones del mercado financiero de nuestro país, así como su complejidad. Reconocen la importancia de la introducción de estándares internacionales para modernizar la regulación financiera, pero creen que su aplicación no debe ser dogmática (copiar recetas), sino pragmática para equilibrar los objetivos de financiamiento a la economía y de solvencia y estabilidad de las instituciones financieras.
No incorpora acuerdos
En setiembre último, la Asoban había tomado conocimiento de que el proyecto, respaldado por representantes del BCP en reuniones de trabajo en el Senado, seguía siendo el que fue presentado en marzo de este año y que no incorporaba los acuerdos logrados, tampoco las sugerencias que hizo este gremio a los senadores.
Mediante consultas al BCP de parte de algunos senadores se pudo saber que hay desacuerdo entre el ente regulado del sistema y la Asoban en seis artículos y consensos en 20. Sin embargo, del proyecto utilizado como base de las explicaciones a las diversas comisiones asesoras del Senado, la Asoban encontró que aún existen divergencias en 15 artículos y que 6 deberían ser derogados.
El temor del sector financiero básicamente es que los cambios previstos permitirán una elevada discrecionalidad al ente regulador sobre varios aspectos y que habrá imprevisibilidad para la gestión de las intermediarias, que no se compadecen de las limitaciones de nuestra economía.
El BCP plantea fortalecer el capital de los bancos para afrontar ciclos económico difíciles y advierte que si no lo hacen, el Estado, una vez más, asumirá los costos financieros de eventuales crisis, según su presidente, Carlos Fernández.
Los puntos más sensibles
* Los puntos más sensibles que propician el desacuerdo con el BCP, son la definición del patrimonio efectivo, los rangos de ponderaciones y clasificación de los activos en riesgo, adecuación del capital.
* El sector privado ve que en el caso del patrimonio efectivo, su imprevisibilidad podría imponer restricciones a las estrategias de negocio de corto y mediano plazo.
* Sobre los rangos de ponderaciones, la propuesta de ley asigna un ponderador de hasta 0,2 a “activos sin riesgos”, entre los cuales se encuentran letras del BCP, bonos del Tesoro, créditos aprobados y no desembolsados y activos similares.