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Según Mario Méndez, director ejecutivo de esta organización -que trabaja en forma conjunta entre el sector privado y el sector estatal-, menos del 5% de los contenedores en puertos son inspeccionados en promedio. Esto hace que los puertos o terminales fluviales sean los puntos más vulnerables en materia de seguridad dentro de la cadena de suministros, por lo cual es importante tomar criterios mínimos de seguridad a fin de evitar robos o la contaminación de cargas, asegura Méndez.
“Debemos entender que cuando exportamos un producto, también estamos exportando la imagen país, por lo tanto es fundamental que las empresas tomen conciencia de la importancia que tiene adoptar medidas de seguridad certificadas internacionalmente, de manera a contrarrestar el comercio ilícito”, agregó.
Indicó que BASC reconoce la complejidad de las cadenas de suministro y que, justamente por eso, los estándares exigidos por la organización se consideran como criterios mínimos de seguridad, base fundamental para que los exportadores establezcan procesos y procedimientos que mitiguen el riesgo de pérdida.
Para el directivo de BASC, los recientes acontecimientos que afectan a las terminales fluviales paraguayas, sobre robos y otros, se deben a la falta de implementación de acciones preventivas, como la aplicación e implementación de medidas de seguridad basadas en la evaluación del riesgo que BASC implementa con las empresas asociadas.
Mediante este proceso, se permite adaptar los planes de seguridad de acuerdo a las características de cada cliente, por lo que se requiere de la participación público-privada para garantizar la seguridad de contenedores o cargas, afirmó Méndez.