Cargando...
Con el lema “El mbocayá es el aguinaldo y la jubilación del campesino paraguayo”, en el local de este diario, se realizará el taller de capacitación sobre la producción de ese rubro, organizado por ABC Color, con acceso libre y gratuito.
Las exposiciones estarán a cargo de cuatro especialistas en diferentes materias.
En primer lugar disertará el doctor Carlos Loup sobre el cultivo racional del mbocayá.
A su vez, Eduardo Bohn hablará sobre la producción de plantines del mbocayá; mientras que el ingeniero agrónomo Caio Scavone se referirá a las hierbas medicinales asociadas al mbocayá.
En la parte final, Gustavo Pettengill expondrá sobre la fabricación del biodiésel como mercado interno del aceite de coco.
Para más informes comunicarse al 4151304.
Lucha contra pobreza
El tradicional mbocayá o cocotero (Acrocomia totai) puede ser utilizado como una herramienta barata para combatir la pobreza y el hambre en el campo, porque sin inversiones, solo con trabajo, el campesino puede desarrollar una hectárea con 500 plantas (5m x 5m), que desde el sexto año le generará más de US$ 1.000 por zafra, utilizando solo la mano de obra familiar, según las estimaciones.
En el país existen unas 10 industrias aceiteras que utilizan el fruto del coco como materia prima fundamental y están trabajando, en general, en solo 12% de la capacidad instalada, porque se proveen fundamentalmente de sacrificadas recolecciones al pie de plantas silvestres.
Por cada hectárea de cultivo de coco el campesino puede sacar al año unos seis millones y cada planta puede producir por 100 años.
Asimismo, la ventaja del mbocayá es que no requiere cuidados especiales y se puede asociar con otros cultivos de autoconsumo o de renta.
Puede servir para sostener plantas de tomate e incluso el follaje ayuda a que las heladas afecten poco a los otros cultivos.
Hasta ahora, el coco es una especie muy poco cultivada, casi exclusivamente silvestre y debido al avance de la urbanización va desapareciendo.