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Añadió que el decreto N° 10911, por el cual se rigen, se encuentra absolutamente desfasado y que hoy esa norma ya no cumple ninguna función.
Destacó que insistieron mucho ante el MIC durante el gobierno de Fernando Lugo, bajo la administración de Francisco Rivas, así como de la actual, de Diego Zavala, pero que sus reclamos no tuvieron eco.
No hubo interés del MIC por el sector
Lamentó que la Dirección de Combustible del MIC realmente nunca se haya interesado en trabajar con el sector y esperan que en el nuevo gobierno exista un rol más protagónico de dicha cartera de Estado, una presencia más fuerte del Gobierno, que haga que funcione esta dirección y así pueda concretarse un interrelacionamiento real entre el MIC, Hacienda y Petropar.
Destacó que actualmente la petrolera estatal ya no es la única importadora de combustible y que el MIC fue autorizando masivamente, hasta llegar hoy a 20 distribuidoras, en un mercado totalmente distorsionado, sin ningún sistema de control y sin regulación.
“No estamos ajenos a que se habiliten más distribuidoras de combustible, pero las últimas nueve habilitadas por el MIC fueron autorizadas sin ni siquiera cumplir con las exigencias básicas establecidas por el decreto N° 10911, en un sector sumamente delicado como sin dudas es el del combustible”, añadió.
Comentó que la normativa vigente exige que para la habilitación de un distribuidora se debe contar con un mínimo de 15 estaciones de servicio con contrato firmado y operando con un emblema, además de un capital mínimo, un sistema de transporte, disponer de un servicio técnico, entre otros requisitos que se pasaron por alto, y aún así el MIC les concedió permiso para empezar a operar.
A criterio de Apesa, la Dirección de Combustible del MIC no puede seguir funcionando con la ínfima estructura actual, porque de lo contrario seguirá siendo una dependencia totalmente ausente en el exigente mercado de los combustibles, un sector creciente y clave en la economía del país, tanto por su contribución al fisco como por las millonarias inversiones radicadas en el sector. “En el MIC hace varios años que ni siquiera se preocupan de leer el decreto que rige para el sector y con sus principales autoridades en todo este tiempo ni siquiera mantuvimos ninguna reunión, mientras que en el pasado los encuentros de trabajo eran periódicos, al menos para intentar un ordenamiento”, comentó.