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De acuerdo con las consideraciones del grupo internacional, las perspectivas de los precios de las materias primas a un mediano plazo, así como las estimaciones de la actividad económica de los países vecinos y para las economías desarrolladas, son puntos que influirán necesariamente en el desempeño económico de este año. Por otra parte, la evolución del gasto público en inversiones tendrá también un peso importante a medida que puedan llevarse a cabo los proyectos.
PwC considera dos escenarios en su proyección. En primer escenario más optimista de un crecimiento del 3,4% se basa en una condición climática similar a la del año 2016, con un panorama externo sin alteraciones significativas y mayores obras a través de la Asociación Pública Privada (APP). También considera un desempeño estable en servicios.
Ante un escenario menos optimista de 2,5% de crecimiento, la consultora espera una coyuntura económica similar a la del 2016, con condiciones climáticas favorables, producción de energía eléctrica sin variaciones y sector de construcción con un dinamismo similar al del año 2016.