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El retiro de las tres llaves (de 11 toneladas cada una) dará lugar al acoplamiento de la infraestructura que sostendrán las barras de 500 kV, que finalmente permitirá que el Paraguay retire la totalidad de la energía eléctrica que le corresponde de la represa.
Los trabajos, que forman parte del desmontaje de las barras de 220 kV, se encuentra a cargo de técnicos paraguayos de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) y de la firma japonesa “Mitsubishi Corporation”.
El Ing. Leopoldo Melo, jefe del Departamento Técnico de CHY, explicó que el retiro de los interruptores es “muy importante” para los técnicos, porque se está avanzando sin adversidad en desintegración de toda la estructura de 220 kV. Añadió que para la próxima semana, como parte del desarme, se tiene programado trasladar a un depósito el autotransformador, que pesa aproximadamente 250 toneladas.
“Posteriormente ya vamos a ir adecuando la infraestructura civil, llevando adelante algunas obras que debemos hacer para adecuar a la nueva instalación”, manifestó Melo.
De acuerdo con los datos, las obras civiles comenzarán en agosto, fecha en que estaría llegando del Japón las barras de 500 kV. Los trabajos de adecuación definitiva en el campo 13 (GIS-SF6) de la subestación de la central, con un costo cercano a los US$ 10 millones, tiene una duración aproximada de nueve meses.