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Fue durante la presentación del “Newsletter” de la organización y del nuevo equipo de trabajo.
“Casualmente el tema de la ética tiene vigencia más que nunca, porque una vez más están tildando al Paraguay como uno de los países más corruptos de la tierra, que yo no acepto, porque no somos más o menos corruptos que otros países, aunque eso tampoco es una excusa”, dijo.
Añadió que la ética empresarial es, justamente, el camino para minimizar esa mala imagen o la exposición de país corrupto que hoy todavía tiene el Paraguay ante el mundo. “A mí particularmente me molesta estar en una lista como esa, aunque me gustaría conocer su metodología de calificación”, resaltó.
Ante la consulta de cuántas empresas están asociadas al PEC, cuántas ya están certificadas y qué implica esa certificación, la coordinadora ejecutiva del pacto, Graciela Garay, comentó que hay 148 asociadas, de las cuales 20 ya están certificadas y cinco en proceso de certificación.
Explicó que la certificación implica una auditoría basada en una autoevaluación hecha con el filtro de un manual que, a su vez, implica la generación de un código de ética que contempla la misión, visión y valores de la firma y cuyo contenido debe ser socializado en un 100% dentro de la propia organización.
Reconocimiento
Requerida sobre los beneficios de la certificación, explicó que en primer lugar, son internos. Anunció que uno de los objetivos de la comisión directiva para el año que viene es la generación efectiva de una diferencia entre las empresas que están certificadas y que el sello del PEC realmente sea un reconocimiento a las que pasaron el proceso.
Agregó que en ese contexto, buscarán reactivar los convenios que el pacto tiene con la Dirección Nacional de Aduanas, la Dirección de Contrataciones Públicas, el Ministerio de Justicia y el IPS, “porque evidentemente las empresas que están certificadas ya tienen más que corroborado que son formales, que están contribuyendo efectivamente con el fisco y aportando al Seguro Social sobre el 100% de sus empleados”.
Preguntada por qué la diferencia entre empresas asociadas y certificadas es aún grande, Garay contestó: “Por eso estamos queriendo poner los testimonios, para que las que todavía no entraron en el proceso sean alentadas a pasar por esa metodología, cual es la implementación del código de ética, porque muchas ya lo tienen, pero todavía no fueron implementadas con nuestra metodología”.
Por su parte, Biedermann manifestó que de hecho, certificar no es una tarea fácil. “Esto no es un diploma fácil, producto de un show mediático, sino que estamos hablando de avalar que lo que está pactado se cumple. La certificación es una garantía de que la empresa ha logrado constituirse en un ciudadano corporativo confiable, expectable y que puede ser un ejemplo”.