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Ante la sugerencia del titular del MIC, Gustavo Leite, a productores del Alto Paraná, de convertir granos de soja en carnes de pollo y cerdo para el mercado internacional, el industrial metalúrgico manifestó que la idea es buena, pero que también habría que pensar en convertir el aceite de soja en carburante vegetal. Dijo que actualmente la firma Paraguay Oil Company SA, de capital norteamericano, ya lo está haciendo.
Al ser consultado sobre si sería económicamente viable este negocio, con precios del petróleo “por el suelo”, contestó: “Cuando el presidente de la República viajó a París (el año pasado, para la cumbre mundial del ambiente), suscribió un convenio, comprometiendo al Paraguay en mezclar el combustible fósil con combustible verde y renovable”.
Agregó que en el pasado el gasoil, por ejemplo, llevaba mucho azufre, quizás porque teníamos todavía un mundo “más limpio”. Además, se pensaba que “un poco de veneno no mata”, y –además– se permitía el azufre como lubricante. “Sin embargo, en la actualidad, el diésel contiene cada vez menos azufre y tiende a desaparecer. Entonces, la alternativa totalmente válida es el combustible verde, porque, además de ser menos dañino, mejora el desempeño del derivado del petróleo, reemplazando al azufre”, explicó.
Añadió que, aún cuando el petróleo ha caído de forma muy acentuada, el mundo se ha comprometido a utilizar cada vez más combustible verde y renovable, en un porcentaje que vaya aumentando de forma gradual, entonces salen a comprar aceite de los países productores de soja.
“Nosotros estamos exportando nuestro aceite a la Argentina, prácticamente regalado, donde se transforma en combustible y se lo vende mucho más caro al mercado mundial, que es enorme. Pero eso mismo podemos hacer nosotros directamente en territorio paraguayo”, enfatizó.
A la consulta de si haría falta que el Gobierno tome alguna medida especial, Vargas Peña respondió: “No hace falta, simplemente tiene que apoyar a los que están exportando hoy aceite puro de soja, a fin de que entren en el negocio del combustible de soja y exportarlo libre de todo gravamen. Son detalles que el MIC tiene que ver y estudiar”, subrayó.