Cargando...
Ginez, uno de los voceros del Bloque Minorista CMI del Mercado Central de Abasto, señaló que la cotización actual del tomate es una de las más altas. Durante la semana última, en este lugar se estaba vendiendo entre G. 7.000 y G. 8.000 por kilogramo. Sin embargo, en épocas de mayor producción, el precio llega a G. 3.000 y G. 4.000 por kilo, cifras más accesibles para los consumidores finales.
El problema de fondo es la ausencia del Estado en un apoyo eficiente a los productores, desde las fincas hasta la comercialización al consumidor final, según lo indicado.
Ahora, con la producción limitada, los agricultores están recibiendo mayor precio por sus productos, pero en contrapartida, los compradores son los que pagan “los platos rotos”.
Entonces, agregó el comerciante, en lugar de prohibir o limitar la importación de tomate, se debería permitir mayor ingreso de este alimento, para equilibrar el mercado. “No hay suficiente producto para vender y por supuesto eso encarece todo. Solamente acá en el Abasto se necesita entre 3 y 4 toneladas y la producción nacional no abastece”, resaltó.
Añadió que si bien el consumidor es el más afectado, también lo es el comerciante, porque al ser más caro, vende menos productos y gana menos.
Al igual que el tomate, también el locote está muy caro, a G. 10.000 y G. 12.000 el kilo. Si hubiera mayor oferta, el precio sería mucho más bajo.
Pero el problema de fondo es la falta de la tan necesitada reforma agraria, que permita al sector del agro fortalecerse y eso beneficiará a todo el mercado, finalizó.